Mosaico de mi querida España

CUANDO LA SEMANA PASADA la gente de Rajoy convocaba a sus periodistas más sagaces para el martes 4, lo hacía sin la mala intención de adoctrinarles de cara a la cumbre de Moncloa. La convocatoria genovesa se cursó antes de la invitación de Zapatero a Rajoy, surgida en un ataque de soledad el primero de mayo, al ver que la operación Lince de medición de fieles sindicalistas por metro cuadrado no llegaba a la redonda cifra de 6000. Es decir, que dos días de paro suman lo mismo que el fervor del movimiento obrero, atrapado en la conveniencia de la subvención y del liberado.

Y después de tomarse unos churros y unos bollitos con la prensa, Rajoy se armó de valor para visitar a Zapatero en los atrincherados muros de Moncloa. Y allí se fue el miércoles gallego tan ilustre, con sus barbas en remojo, viendo que el presidente se había dado en las vísperas un atracón de liderazgo europeo sólo al alcance de la inconsciencia peligrosa. En pleno corazón de Europa, y advertido del hundimiento de la Bolsa española por temor al contagio griego y por desconfianza hacia el maquillado dato oficial del paro en versión cocina del INEM, ZP dio pábulo, negándolo, al rumor del mercado según el cual España necesitaba un rescate de 280.000 millones de euros. Recuerdo a los avispados lectores que el crédito a Grecia es de 110.000 millones de euros. La faena fue redonda cuando Zapatero dijo aquello de que se remite a los datos y a los hechos. En efecto, 4 millones 600 mil parados, un déficit del 11,2 por ciento y una caída en picado de la bolsa. Al día siguiente, la Unión Europea hablaba de "falso rumor" y criticaba a la prensa que se hizo eco. Luego a buen entendedor, pocas palabras, porque también parecía un mensaje para el propio Zapatero. Después el Banco de España dijo que crecimos entre enero y marzo un 0,1, aunque Bruselas nos mantiene en recesión a finales de 2010 por la subida del IVA.

Con los Príncipes, pues, haciendo escuela del photoshop en su último album de Zarzuela, del fotocall de Moncloa surgió el book más previsible y el mosaico más contradictorio. Unos apretones de mano al cobijo de los focos, y una realidad económica de España que en palabras de expertos economistas tiene una alarmante semejanza al corralito argentino o a zorba el griego. Por tanto, acuerdo en los préstamos a Grecia y reforma de la Ley de Cajas en tres meses, pero desencuentro total en lo demás, que también es esencial para que un plan anti-crisis funcione. Hablo de la corrección del déficit y la reforma laboral, esenciales para generar actividad económica de crecimiento al 2 por ciento, y en consecuencia, para crear empleo.

Realmente, vimos a un líder de la oposición en plan estadista y presidente. Y observamos a un jefe del Ejecutivo que trató de preservar su rol a base de pedagogía de primero de económicas y actos de fe ciudadana sin límites. Ambos salvaron ese moscardón que insta a un Pacto de Estado, porque políticas tan distintas son alternativas pero no compatibles. Es decir, demostrado el fracaso de Zapatero se impone el cambio para administrar otras medicinas más eficaces a la enferma España. Porque de lo que no hay duda, como ocurrió con la política antiterrorista, es de que Zapatero tiene que rectificar tarde o temprano, aunque lo haga habilidosa y lentamente para que no parezca un reconocimiento del fracaso.

De esta manera, entre cumbres de Moncloa y minicumbres con Montilla, Rajoy zanjó una semana difícil en la que contentó a quien le pide que arrime el hombro y a quien le dice que nada de ayudar a quien le ha despreciado y acosado como si fuera el mismísimo Franco. A la vista del caso griego, bien haría Zapatero en hacer caso a su Gobernador del Banco de España, que viene a decir lo mismo que Rajoy. El polvorín ateniense demuestra la razón del pánico de ZP a perder la paz social. Pero eso no es la inmunidad eterna de los sindicatos mayoritarios españoles. Sindicatos empeñados en mandar en el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial con sus imposiciones en asuntos como la política económica, la reforma laboral o el caso Garzón.  
 

AL CIELO AL INFIERNO
Rafael José Bono

Nos pintó un lienzo de esperanza. Es el primer trasplantado de cara que se muestra ante las cámaras con el valor de un héroe de la cirugía. Precisión de bisturí para este paciente que guarda el secreto de quirófano que necesita la economía española para enseñar una cara más hermosa que la de Grecia. Notable éxito médico en medio de la mediocre medicina económica española.

Nervios de acero. Malestar de Bono que insta a ir al juzgado ante la sospechosa celeridad de la Fiscalia. Traicionado por su subconsciente, el presidente del Congreso llegó a decir de su manojo de violetas que le "faltan a la fama" como tercera autoridad del Estado. Que periódicos tan radicalmente distintos como La Gaceta y Público entren al tajo del bonopatrimonio hace temer más filtraciones.

 
 
PRIMERA PERSONA
♦ Aznar
. Estrenó web. ¿No termina de irse o es que quiere volver? En tecnologías y presencia mediática gana a Felipe González.
 
♦ Felipe de Borbón. Fotos de uniforme y calle hechas con mimo digital. Los Príncipes aparecen infalibles.
 
♦ Gabilondo. El hermano de Iñaki no consiguió el Pacto de Educación. ¿Por qué no le dejaron garantizar el castellano?

CHISMES
Blanco o negro. Bono y el díscolo Tomás Gómez desafían la supremacía del ministro vicesecretario. El líder de los socialistas madrileños le acusó de hacer el trabajo a Aguirre. Y lo de Bono huele a negro fuego amigo.
 
Hotel rentable. El negocio está en el cuidado de equinos. Un hotel de animales es rentable. Entre los clientes de la Bono-hípica, dicen, el hijo de la duquesa de Alba, con hasta 6 caballos. 
 
Campsupremo. Si Camps es imputado en la Gürtel, Barberá o Pons pueden ser candidatos en Valencia. O no. Porque Rajoy apuesta por Camps.
 
¿Y Urdangarín? Rumores de desavenencias de los duques de Palma. ¿Por qué la infanta Cristina fue sola al funeral de Samaranch siendo su marido deportista olímpico?

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