El alcalde de Rábade, Francisco Fernández Montes, admite dificultades para conseguir que las piscinas entren en funcionamiento este verano. Según explicó, esos trámites están ahora paralizados al no haber entrado aún en vigor el presupuesto municipal, aprobado por el pleno hace menos de un mes, y ese es un requisito indispensable. Pese a todo, recalcó que el gobierno que lidera tratará de que estén operativas al menos en agosto, algo que dependerá de los plazos en los que se superen esos trámites pendientes.
Pese a que el presupuesto -aprobado gracias a la abstención del PSOE y en el que se destinan unos 15.000 euros a las piscinas- recibió el visto bueno el día 30 de mayo, Montes explicó que aún no ha entrado en vigor al tener que pasar antes por un periodo de exposición pública, entre otros procedimientos. «Nós fixemos a tramitación pola vía da urxencia, pero se o proceso se retrasa catro ou cinco días, que entraría dentro do normal, a nós aféctanos», explicó.
Al mismo tiempo que el Concello lucha contrarreloj para abrir las piscinas este año, aunque sea solo con los servicios mínimos, ya está estudiando fórmulas para conseguir financiación y completar esta obra en condiciones. En ese sentido, Francisco Fernández Montes explicó que planea solicitar un taller de empleo a la Xunta junto a los concellos de Begonte, Guitiriz y Xermade, y que ese personal se destinaría a hacer mejoras en las piscinas, Además, solicitará también apoyo económico a la Diputación de Lugo.
