Montecubeiro revive los escenarios de la matanza falangista de hace 80 años

A Chave das Noces organizó una jornada para homenajear a los 15 asesinados en 1937
Los participantes en la iglesia de Pena, donde existe una fosa común con dos de los represaliados
photo_camera Los participantes en la iglesia de Pena, donde existe una fosa común con dos de los represaliados

La parroquia de Montecubeiro, en Castroverde, vivió uno de los momentos más negros de su historia en el periodo comprendido entre los meses de agosto y octubre del año 1937 cuando los falangistas pasearon y mataron a sangre fría a un total de 15 personas, la mayoría vecinos de la zona, que no tenían más delito que el de haber sido relacionados, de un modo u otro, con el ideario republicano. Ayer el colectivo A Chave das Noces quiso rendir un homenaje a estas víctimas al cumplirse el 80 aniversario de los hechos, una jornada que, entre otros actos, incluyó una ruta que llevó a los participantes hasta algunos de los escenarios en donde se consumaron estos asesinatos.

El historiador local Ricardo Polín fue el encargado de guiar al medio centenar de personas que se dio cita para participar en este recorrido, "que nós quixemos facer de maneira inversa, a modo de simboloxía, xa que si hai oitenta anos fóron neses puntos onde deixaron tirados os cadáveres, agora somos nos os que, dalgún xeito, os recollemos a través da nosa memoria".


Los organizadores invitan a mantener vivo en el recuerdo estos hechos, con el fin de que episodios así no se vuelvan a repetir

El recorrido, de unos siete kilómetros de longitud, se inició en el lugar conocido como la Cárcere do Barreiro y desde allí se visitaron algunos de los puntos concretos en los que se produjeron algunos de estos asesinatos, como el Cruceiro da Louseira, el margen de un viejo camino o diferentes puntos de la parroquia de Pena, en donde fueron asesinados, entre otros, dos soldados republicanos, de identidad desconocida, "que foran paseados dende O Cádavo por falanxistas", y que en la actualidad se encuentran enterrados al lado de la iglesia "nunha das fosas comúns localizada con maior precisión".

En ese punto, los participantes en la jornada reivindicaron la dignificación de estas dos víctimas, con la intención no solo de darles una sepultura digna, sino también de poder avanzar de cara a lograr su identificación.

Para el historiador Ricardo Polín el hecho de recordar este 80 aniversario de los acontecimientos resulta muy importante, "sobre todo agora que é cando xa empezan a quedar moi poucas persoas das que viviron estos feitos en primeira persoa". En este sentido, señala que es muy importante que lo que sucedió en Montecubeiro, "que foi unha auténtica etapa de terror", no caiga en el olvido con la intención de conseguir que este tipo de hechos "non se volvan a repetir nunca máis".

Para conseguir este objetivo, y también como recuerdo y homenaje a las propias víctimas, Polín reivindica la necesidad de mantener transitables muchos de los viejos caminos en los que se produjeron estos asesinatos, ya que en la actualidad algunos de sus tramos están totalmente ocultos por la maleza.

Esta jornada de homenaje a los mártires de Montecubeiro continuó por la tarde con la celebración de diversos actos en los que también participaron familiares y conocidos de algunas de las víctimas, con las que se celebró un coloquio.

Previamente, se procedió a la proyección de la película A Mariñeira, a la que siguió un encuentro con Darío Xohán Cabana, autor del relato, y Antón Dobao, director del film. Un concierto de Mini e Mero puso el punto y final a la emotiva jornada.

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