Tierra de ‘'lobos sucios’'

La ficción que muestra una película sobre la explotación de minas en Galicia por parte de los nazis tuvo su reflejo real en un yacimiento de hierro, abandonado desde 1958, en Freixo
Sistema de transporte para llevar el hierro desde Freixo a la estación del tren de Canabal
photo_camera Sistema de transporte para llevar el hierro desde Freixo a la estación del tren de Canabal

Hay quien piensa que la ficción supera a la realidad, pero hay veces que no es así. Si visionamos la película ‘Lobos sucios’, en la que se cuenta la historia de unos mineros gallegos que sacaban wolframio de una mina de un pueblo imaginario de Galicia que tenía como destino la Alemania nazi, encontraremos numerosos paralelismos con lo que sucedió en Monforte en aquella época, cuando de las minas de hierro de la parroquia de Freixo salían miles de kilogramos de este mineral en tren con destino a Vigo, donde barcos cargueros alemanes lo trasladaban hasta su país para abastecer su industria bélica.

La historia reciente de las minas de Freixo arranca en 1913, cuando con capital procedente de emigrantes establecidos en Argentina se constituía la Compañía General Minera de Galicia para explotar el yacimiento. La empresa no funcionó como se esperaba y once años más tarde fue adquirida por los alemanes, constituyendo en Madrid la empresa Minerales de Hierro de Galicia, a cuyo frente se encontraba el ingeniero, Frederic Wilhelm Cloos, conocido como Guillermo Cloos, que llegó a ser vicecónsul de Alemania en Monforte y quien también había puesto en explotación la mina de A Silvarosa, en Viveiro.


El ingeniero Guillermo Closs llegó a ser vicecónsul de Alemania en Monforte, donde se quedó a vivir hasta su fallecimiento


Closs, junto con técnicos de su misma nacionalidad, dirigió con gran eficacia las labores mineras que permitieron suministrar hierro a su gobierno para la industria bélica en la segunda gran contienda mundial. Igual que había hecho en A Silvarosa, el ingeniero Cloos instaló una especie de funicular y un pequeño tren a vapor para que el material que se sacaba de Freixo fuese transportado por medio de vagonetas hasta la estación del ferrocarril de Canabal, en Sober, distante unos ocho kilómetros.

Desde este punto, el mineral era llevado hasta Vigo, donde Guillermo Closs construyó en Rande, en la misma ría de Vigo, una dársena de carga que aún se conoce por el nombre de ‘O Alemán’. Sus restos aún son visibles y se encuentran casi al pie del puente de la autopista.

El primer cargamento de mineral de hierro extraído en la mina de Freixo para la industria alemana que embarcó en Rande lo hizo en 1926 en el vapor Estoril, como recogió el famoso fotógrafo ourensano Pacheco. Bajo la dirección de Guillermo Cloos, las minas de Freixo conocieron tiempos de esplendor, llegando a tener en nómina a unos 300 trabajadores de la comarca de Lemos.

DISTURBIOS. Las reivindicaciones sindicales por los bajos salarios y las precarias condiciones laborales llevaron a que en el mes de agosto de 1931 comenzase una huelga que duraría dos años. El conflicto acabó con el cierre temporal del yacimiento, lo que dejó sin sustento a numerosos obreros. El alcalde de Monforte en aquella época, un socialista llamado Juan Tizón Herreros, había mostrado su sorpresa, según actas municipales, "ante la pasividad de los sectores comerciales e industriales de esta población, que no se preocupan de un asunto que tanto afecta a la industria y comercio de este municipio", pues la parálisis de la actividad la consideraba causa "de la crisis reciente en esta comarca".


Con la llegada de la dictadura de Franco los conflictos sociales y laborales se acabaron en la mina


La tensión llegó a tal extremo que tuvo lugar un atentando. Fue en un antiguo chalé que existió en la esquina de las calles San Pedro y Doctor Casares, en el que vivía el gerente de la mina, Guillermo Closs. Tras el lanzamiento de no se sabe si petardos de alta potencia o pequeños cartuchos de dinamita se habían registrado algunos daños materiales en la vivienda y ninguno de tipo personal.

Con la llegada de la dictadura de Franco los conflictos sociales y laborales se acabaron y la producción en la mina continuó hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando otra empresa se hizo cargo de ella con escaso rendimiento para cerrar definitivamente el yacimiento en el año 1958.

ECHAR RAÍCES
. El gerente de la mina monfortina se quedó a vivir de forma permanente en Monforte hasta que falleció y tuvo que ser enterrado en Vigo, donde había un cementerio protestante. Closs ejerció de vicecónsul de Alemania en varios lugares de la ciudad. Primero lo hizo en la actual Avenida de Galicia, luego en la Rúa Doctor Casares y más tarde en la confluencia de las vías San Pedro y Doctor Casares, donde tuvo lugar el atentado.

Una hija de Closs llegó a casarse con Guillermo Fernández, un monfortino de una destacada familia de la ciudad que residía en la Rúa Cardenal y que ostentó el cargo de alcalde del municipio entre febrero de 1958 y mayo de 1970. Doctor en Derecho, llegó a ser en aquella época procurador en Cortes y diputado por el distrito de Monforte. Fruto de ese matrimonio salieron dos hijos, uno de ellos Edgar Fernández Closs, magistrado en la Audiencia Provincial de Lugo.

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