Monedas que lucen

Raúl González, tras la barra con las monedas para el alumbrado (Foto: Guille Dacal)
photo_camera Raúl González, tras la barra con las monedas para el alumbrado (Foto: Guille Dacal)

Acea do Búbal es una casa de turismo rural ubicada en Os Peares, en un antiguo molino, fábrica de luz y de chocolate. Raúl González es el encargado del establecimiento. Después de una ajetreada vida en Madrid trabajando en un almacén de componentes electrónicos, se propuso un cambio de vida y decidió venirse para Galicia, en concreto al pueblo natal de su padre.

Ahora es una de las personas que tratan de dar a conocer la zona e impulsarla con iniciativas. Una de ellas es la peculiar recogida de fondos para sufragar el coste del alumbrado de Navidad que piensa instalar en el pueblo.

Con el objetivo de llamar la atención de los visitantes, Raúl tuvo este año una idea de lo más curiosa. Recauda monedas para el alumbrado navideño y las va pegando con celofán en la barra de la cafetería.

«Es una idea absurda pero que se convirtió en algo llamativo para los turistas y eso hoy en día es lo que funciona», dijo Raúl al tiempo que añadió: «también tiene un fin reivindicativo porque el año pasado no tuvimos luces de Navidad y creo que también tenemos el derecho de sentir que estamos en esa época».

Raúl añade que la iniciativa y la forma de llevarla a cabo es una práctica frecuente en Madrid. «Aquí tiene tirón y mi idea es continuar en la línea para conseguir que Os Peares tenga lo que se merece y que sea un lugar conocido por el público. No tengo nada en mente, porque las cosas surgen en cualquier momento».

Cree que es un «territorio por descubrir para mucha gente, porque está algo escondido, lo que es bueno porque se disfruta de la naturaleza, pero también necesita servicios, comodidades para hacerla atractiva».

La zona en la que se encuentra la vivienda considera que es la idónea. «Es el único pueblo con tres ríos, dos de ellos de gran importancia, como el Sil y el Miño. Está situada en plena Ribeira Sacra, tiene una gran cultura vitivinícola y románica, está próxima a la ciudad y, sobre todo, es un paraje muy tranquilo», remarcó el responsable de Acea do Búbal.

El hostelero, que se considera también un pequeño promotor turístico de la zona, expone que seguirá en su línea de impulsar actuaciones en bien de la comunidad.

En su opinión, el dinero es lo menos importante. Lo esencial es «defender la humanidad» y bajo esa máxima pretende «ofrecer buenos servicios a los visitantes e intentar unir a los vecinos de la zona».

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