Mondoñedo recupera la aldea de Vilar para potenciar el turismo

El Concello de Mondoñedo está haciendo una clara apuesta por el turismo rural con la recuperación de la aldea de Vilar, en la parroquia de Santiago. En un enclave privilegiado, al lado del Camiño de Santiago y enfrente de las Covas do Rei Cintolo —que desde su apertura atraen a miles de visitantes— y sin apenas cobertura de telefonía móvil, se levantan cuatro casas en las que se están acondicionando cinco viviendas gracias al trabajo de los alumnos de una escuela taller.

Además, el pleno municipal acaba de aprobar la solicitud a la Consellería de Traballo de una tercera fase de esta escuela para habilitar un centro de interpretación de la prehistoria, que también esté vinculado con las cuevas. «Aínda non temos moi definido o proxecto, terá que ser o arqueólogo municipal o que diseñe a proposta, pero contaremos coas novas tecnoloxías», afirma el segundo teniente de alcalde mindoniense, Xusto Fernández Haro.

El pequeño núcleo de Vilar, a cinco kilómetros de la ciudad, espera recuperar la vida lo antes posible después de diez años sumido en el abandono. «Cuando llegamos estaba en una situación lamentable», explica el arquitecto y director de la escuela taller, Manuel García Martín, «las cubiertas estaban hundidas, las paredes totalmente abiertas y los espacios destinados a cuadras no contaban con ninguna ventana». Sin embargo, ahora la diferencia salta a la vista.

En todo momento se respetó la estructura que tenía cada vivienda y se utilizaron materiales tradicionales, básicamente, la piedra y la madera. «También conservamos las técnicas constructivas de antaño aunque sin renunciar a las modernas e incorporamos las nuevas tecnologías», indica García Martín que añade que intentaron reciclar todo aquello que les fue posible, como la madera vieja que se colocó en los cargaderos de ventanas y puertas.

Lo más complicado de toda la restauración fueron las paredes porque «estaban de pena al estar hechas con barro, así que hubo que tirar muchas de ellas abajo y volver a levantarlas». Tampoco hay que olvidar que los albañiles y carpinteros que se están ocupando de la rehabilitación son aprendices y hay que enseñarles el oficio.

El capataz de los carpinteros, Alfredo Fernández Varela, explica que trabajar con la madera —todo el interior se acondiciona con ella, desde el suelo al techo y las escaleras—no es complicado aunque «con xente que non está acostumada a traballar niso complícase un pouco». «Montar unha escaleira lévanos uns catro días, pero facemos todo nós, ata os balaustres torneados».

Explotación
El Concello todavía no tiene decidido cual será la fórmula de explotación de la aldea, ya que puede hacerse mediante concesión o con gestión directa. «A mellor opción tal vez sexa unha xestión indirecta no caso das casas e logo unha directa para o centro de interpretación, pero aínda hai que decidila», afirmó Haro.

La concesión hecha por un particular al Concello para que se dedicara a turismo rural finaliza en 2013 y tiene derecho de reversión si no se cumplen los objetivos que fueron pactados, por eso el equipo de gobierno apura los últimos trabajos. Para que las casas estén listas sólo resta pintar, barnizar y meter los cables de la electricidad en los macarrones instalados.

''Un novo atractivo que se necesita''
El alcalde de Mondoñedo, Orlando González Cruz, asegura que este proyecto supone «un novo atractivo que Mondoñedo necesitaba, porque non hai moitos establecementos de turismo rural». Además, González Cruz felicitó a los integrantes de la escuela taller «polo traballo ben feito, respetando o entorno». «Si se gastan os cartos o lóxico é facelo de xeito coherente», indicó.

26 empleos
La escuela taller que se ocupa de estos trabajos ocupa a 26 trabajadores—18 albañiles y 8 carpinteros—, un 60% de los cuales son mujeres. Algunos de ellos son jóvenes pero también hay amas de casa entradas en la cuarentena que buscan su primer empleo una vez criados los hijos.

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