Momán inaugura un belén crítico con la corrupción y en apoyo a los ganaderos

La Virgen María está desahuciada y San José en un escrache a Herodes para exigir una vivienda digna. Baltasar, en un campo de refugiados
Amador Bañobre muestra el belén de Momán
photo_camera Amador Bañobre muestra el belén de Momán

Como cada año, la parroquia xermadesa de Momán abre las puertas de su belén reivindicativo, que trata de «analizar la realidad» y que este año lanza duras críticas contra la corrupción y grita en apoyo de los ganaderos y los refugiados.

En la recreación de este peculiar belén, que despierta las críticas de unos y los apoyos de otros, la Virgen María fue desahuciada del portal de Belén, que se destruirá para «construir viviendas de lujo que están patrocinadas por corruptos que se hacen llamar servidores del pueblo, pero solo buscan sus beneficios». Así, mientras ella se refugia en un cámping abandonado, San José participa en un escrache ante el palacio de Herodes para exigir «una vivienda digna» para ellos y el niño Jesús.

El nacimiento, cuyo diseño está finalizado desde el martes y que estará expuesto en la capilla de Momán hasta después de Reyes, incluye una cárcel, en la que está encerrado Papá Noel, «que simboliza la ilusión y esperanza del pueblo», explica el párroco Luis Rodríguez Patiño, el promotor de esta iniciativa, mientras indica que «los corruptos y estafadores están encarcelados en cárceles lujosas». Entre ellos, hay nombres como Bárcenas, Puyol, Rato, Urgangarín o Chaves.

A mayores de la corrupción, las críticas de este nacimiento van directas a los elevados impuestos, que obligan a cerrar tiendas, y a la situación actual que enfrentan los agricultores y los ganaderos, que «ven que tienen que cerrar sus explotaciones por los bajos precios de la leche», tal y como anuncia en un cartel el ángel mensajero. Además, el río fue desviado para llevar el caudal hacia unas viviendas de lujo «quedando granjas y pastos sin nada de agua».

«El objetivo del belén, como otros años, es la encarnación de Jesús en la realidad en la que vivimos», explica Rodríguez Patiño, un cura sin pelos en la lengua y crítico en muchas ocasiones con la cúpula eclesiástica.

A nivel internacional, el nacimiento hace un guiño a la situación de Siria e incluye en Belén un campo de refugiados. Los Reyes Magos son vetados a su entrada en la ciudad, aunque finalmente Melchor y Gaspar consiguen pasar mientras a Baltasar, por ser negro, así como a sus pajes, se les retiene al otro lado de la frontera, «fuera de la ciudad y pasando calamidades», apunta Patiño.

El belén reivindicativo ya se ha convertido en un clásico de la Navidad chairega y los vecinos de Momán se involucran en su diseño cada año. «É algo diferente», dice entre risas Amador Bañobre, el encargado de abrir las puertas de la capilla que acoge el nacimiento, mientras asegura que esta particular recreación atrae a gente de otros lugares.

«O ano pasado parou xente e algúns preguntaban directamente por el», explica este vecino, que asegura que no le importa que otros los tachen de «revolucionarios» o no los tomen en serio. Y defiende su belén: «Está basado na realidade».

Comentarios