Miguel García evoluciona bien pero no podrá volver a jugar al fútbol

Miguel García, el futbolista que este domingo sufrió un infarto en medio del partido de Segunda División entre el Salamanca y el Betis, ya sabe que no podrá volver a jugar al fútbol. No obstante, su situación mejora e incluso en la tarde del lunes podría ser trasladado a planta.

Después de estar 25 segundos muerto, la intervención del galeno del Betis, Tomás Calero, con un desfibrilador evitó que el fútbol español tuviese que lamentar una nueva tragedia como la que le ocurrió a Antonio Puerta, en 2008, o un año después a Daniel Jarque.

Con este, podrían haber sido seis los casos de lesiones cardíacas graves en el fútbol español en los últimos tres años. A los dos anteriormente mencionados, hay que sumarles el de Rubén de la Red, ex jugador del Real Madrid; el de Sergio Sánchez, del Sevilla, ambos luchando por volver a jugar; y el de Jordi Pitarque, del Reus de Tercera División, que falleció el 9 de septiembre.

Dolor y resignación
Los cardiólogos del hospital clínico de Salamanca, acompañados del director deportivo del Salamanca, Baltasar Sánchez, fueron los encargados de trasladarle a Miguel García que no podrá volver a jugar al fútbol después de ver su evolución. La primera reacción del futbolista tras conocer la noticia fue "de dolor pero de resignación", según fuentes sanitarias.

Las pruebas médicas dictaminaron que el causante de su desvanecimiento fue un infarto, lo que llevó a los médicos a colocarle un 'stent' en una de sus arterias. Se prevé que abandone la UCI este lunes, debido a su evolución "positiva".

Antes de jugar en el Salamanca, el deportista de 31 años y natural de Albacete, había defendido las camisetas del Zaragoza B, la Ponferradina, el Castellón, el Cádiz y el Las Palmas.

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