Menos oxígeno para respirar

A LA INCLUSIÓN EN LA BASE de cotización de la Seguridad Social de pagos en especie, tales como vales de comida, ayudas al transporte o a la guardería, le acompaña la subida por segundo año consecutivo de la base máxima de cotización en un 5%, y una subida del 2% de la base mínima de cotización para los trabajadores autónomos. Hay que sumar por cada apartado 900 millones (pagos en especie), más 400 (la subida de la cotización máxima) y unos 100 (subida a la base mínima de autónomos). Saldrá este dinero de las empresas y los trabajadores. La ministra de Empleo tuvo un arranque algo más socialista que socialdemócrata cuando le recomendó a las empresas, como respuesta, que se rascasen los beneficios. Es una medida para paliar el déficit de la Seguridad Social pero que va a tener repercusión negativa en el mantenimiento del empleo, tal como denunciaron patronal y sindicatos. Y va a dificultar la negociación colectiva. Traducido al lenguaje que entendemos todos, equivale a algo así como si el tendero de la esquina, ante el descenso de ventas, decidiese aplicar una subida de precios como medida para garantizar sus ingresos. ¡Si bajan los clientes se suben los precios! Viene a ser la fórmula que se aplica para resolver el déficit de la Seguridad Social y la que se aplica en la fiscalidad cuando el Gobierno ve disminuidos sus ingresos. Para este viaje no hace falta mucho currículum y el que lo tenga, experiencia o conocimientos, es probable que sentencie que esto es pan para hoy y hambre para mañana. No va por ahí la seguridad futura del negocio del tendero de la esquina. En esas estamos: mayor presión fiscal. Por lo que se ha oído esta semana a responsables del Gobierno no parece que vaya a producirse modificación en esa línea de captar recursos. Pero harían bien en pararse un momento a pensar que no se puede castigar el empleo y su generación ni la capacidad de consumo. Sin aire no se vive.

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