Méndez anuncia un millón para barrios y más límites al tráfico en el centro

La alcaldesa explica que habrá más control en el acceso al casco histórico y en la carga y descarga durante un debate sobre el estado del municipio en el que la oposición acusó al gobierno de «parálisis» y de carecer de proyecto de ciudad
Lara Méndez, durante su intervención en el debate sobre el estado del municipio
photo_camera Lara Méndez, durante su intervención en el debate sobre el estado del municipio

La socialista Lara Méndez aprovechó su primer debate sobre el estado del municipio al frente de la alcaldía para avanzar algunas de las inversiones que su gobierno incluirá en el proyecto de presupuestos para 2017, así como para anunciar más limitaciones al tráfico rodado en el casco histórico en busca de una «revolución» en la movilidad que cree una ciudad «máis sostible».

Méndez detalló durante su intervención que se va a diseñar un plan de barrios, dotado con más de un millón de euros, para realizar pequeñas actuaciones demandadas por diversos colectivos vecinales, a la vez que anunció la inminente firma de un convenio con la Diputación para destinar otro millón de euros al proyecto de desdoblamiento de la Avenida Duquesa de Lugo.

Sin embargo, la actuación más llamativa de las avanzadas y que se concretará a partir del primer trimestre del año será la implantación de más controles de acceso al recinto amurallado para reducir el número de vehículos que circulan por esta zona, así como una reducción en los horarios de carga y descarga que evite una concentración de camiones y furgonetas en plazas y calles del centro. De forma paralela, la regidora explicó que en esos meses se pondrá en marcha la reorganización del transporte urbano, prevista en el nuevo contrato con la concesionaria del bus, y se avanzará en la creación de aparcamientos alternativos y en la implantación de medidas tecnológicas para facilitar la búsqueda de estacionamientos libres en superficie.

Lara Méndez también destacó que la Policía Local apoyará todas estas medidas, aunque se lamentó de que la asunción de labores que no son de su competencia impide la presencia de más agentes en la calle. De hecho, la escasez de personal en diferentes departamentos municipales centró gran parte del debate del jueves y de nuevo la regidora recurrió a la ley impulsada por el ministro Cristóbal Montoro, que limita la contratación en los ayuntamientos, para justificar la merma de una plantilla que asegura que «nunca estivo sobredimensionada».

Por ello, la alcaldesa anunció que la próxima semana se convocará una mesa de negociación en que se presentará la RPT que prevé reorganizar la plantilla municipal y que en breve se pondrá en marcha el control horario de los funcionarios.

Sobre su gestión durante estos 18 meses al frente del Concello, Lara Méndez incidió en el «récord» alcanzado por su gobierno al conseguir captar 22 millones de euros en fondos europeos para programas como Edusi, Cowoorking, Redes o Life.

OPOSICIÓN. Desde la oposición se acusó al ejecutivo socialista de «parálisis» tanto en la ejecución del presupuesto como en la gestión de servicios, así como de carecer de un proyecto de ciudad.

«Contraten a Montoro», ironizó el popular Jaime Castiñeira, quien cree que el ejecutivo local sigue «á deriva, improvisando e perdendo oportunidades». Tras recordar como también lo había hecho la portavoz de Ciudadanos que hasta el tercer trimestre solo se habían ejecutado 64.000 euros en inversiones viarias de los casi 1,2 millones de euros previstos, Castiñeira pidió a Méndez «prudencia e consenso», así como un cambio de rumbo para «devolver a confianza aos lucenses».

Mientras, Olga Louzao evaluó con tono crítico el trabajo de cada concejal, aunque fue especialmente incisiva con la labor de Carmen Basadre, a la que acusó de gestionar la «república independiente de cultura».

Mientras, el portavoz de Lugonovo, Santiago Fernández Rocha, se lamentó de la «política de confrontación» del gobierno local con la Xunta o el Gobierno central, e incluso afeó a la regidora que nunca se llegase a reunir con el jefe de la oposición, Jaime Castiñeira.

El nacionalista Rubén Arroxo ofreció al gobierno local una posición «construtiva» del BNG y dijo que seguirán «apoiando canto sexa positivo e dando caña cando sexa necesario».

Por su parte, Carlos Portomeñe, de Ace-EU, no solo criticó al gobierno sino también a los grupos de oposición que «disparan con balas de fogueo». Además, dijo que los barrios no precisan de actuaciones, sino de planes integrales, y pidió un nuevo PXOM.

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