La tradicional Xira puso ayer fin a unas concurridas patronales meiregas que llenaron de vecinos y visitantes las calles del casco urbano de Meira desde el pasado viernes, cuando empezaron las actuaciones musicales programadas en el cartel de las fiestas en honor a Santa María y San Roque.
El cansancio acumulado a lo largo de los últimos cinco días, en los que abundaron tanto los excesos gastronómicos como las pocas horas de sueño, los vecinos de Meira y no pocos visitantes del entorno aprovecharon esta ya tradicional cita festiva que supone la Xira de Meira para disfrutar de una jornada lúdica al aire libre en el singular entorno que supone el área recreativa de O Porto da Pena, ayer reconvertida en merendero, hasta última hora de la tarde, para luego transformarse en un verdadero campo da festa.
La jornada comenzó con dudas para muchos, quizás por las incógnitas que deparaba el cielo encapotado a primera hora de la mañana. Sin embargo, las dudas meteorológicas se disiparon tan pronto como transcurrieron las horas y los rayos del sol empezaron a irrumpir con toda su vigorosidad en la rehabilitada área recreativa sita en los alrededores de Meira.
Los diversos ágapes degustados en esta fiesta fueron poco más que un aperitivo del prolongado jolgorio que protagonizaron los presentes hasta altas horas de la madrugada. Así, jóvenes y mayores disfrutaron de una tarde plácida en la que muchos inclusos se animaron a darse un chapuzó en las previsiblemente gélidas aguas del cauce alto del río Miño. La orquesta Hollywood fue la encargada de amenizar con su música una velada, durante la que muchos otros aficionados también hicieron sus pinitos con la música.
