La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraesctruturas, a través de la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, asume íntegramente el coste de la adecuación, sellado y clausura del antiguo vertedero municipal de Meira, una actuación presupuestada en unos 300.000 euros.
Los trabajos para hacer desaparecer el basurero de residuos de Regolongo, que tiene una superficie de casi 7.800 metros cuadrados, se iniciaron hace un par de semanas y se prolongarán al menos tres meses, según contemplan las estimaciones realizadas por la Xunta de Galicia.
La firma Calfensa es la encargada de ejecutar esta actuación tras concurrir a un concurso al que se presentaron en torno a 30 empresas, tal y como precisó el regidor meirego, Antonio de Dios.
El antiguo vertedero municipal, localizado a la altura del kilómetro 22,6 de la carretera que une Meira y Baleira, dejó de emplearse para depositar residuos hace ya varios años, una vez que se creó un nuevo basurero mancomunado, denominado Serra de Meira y ubicado entre el núcleo meirego y Marco de Álvare, del que hacen uso tanto el municipio de Meira como los de Pol, Ribeira de Piquín, A Pontenova, A Pastoriza y Riotorto.
Esta actuación responde a una vieja demanda de la alcaldía meirega, «especialmente sensibilizada coa recuperación medioambiental do municipio», según aseguró el alcalde, quien también agradeció la implicación de la Xunta para posibilitar la recuperación de un espacio «especialmente degragado para o uso e desfrute cidadán».
De Dios también recordó que el Concello tuvo que adquirir una finca aledaña para facilitar la regeneración de este vertedero y poder recuperar así el arroyo de Campeliño, que tuvo que ser canalizado en la zona del basurero.
