Más grave todavía

LA JUSTICIA está en ello, habiendo tomado ya algunas decisiones importantes, y dirá lo que tenga que decir sobre las implicaciones penales en el fraude de los eres andaluces; cosa diferente es la responsabilidad política que, por el momento, nadie asume, como debería haber ocurrido ya. Lo más sorprendente es que la cúpula de la Junta, primero con Chaves al frente y ahora con Griñán, pretende el escaqueo con el pretexto del desconocimiento. Es decir, que los millones fluían a chorros por la espita del choriceo a gran escala y en diez años no se dieron cuenta; y eso que el actual presidente se ocupaba de la economía. Meter la mano en la caja, o mirar para otro lado haciéndose el longuis, es muy grave, pero no lo es menos no olerlo, en el caso de que fuese cierto. Entonces habría que añadir la ineptitud, reñida con la capacidad e incluso con la honestidad que debe exigírsele a cualquier dirigente para que su función esté a la altura de lo que se le exige y la confianza que en él depositó el ciudadano.

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