La parroquia vivariense de Galdo acogió ayer una nueva edición de la Feira das Maulas, un evento que cuenta ya con tres siglos de historia. En esta ocasión se registró una de las entradas más destacadas de los últimos años, con la presencia de cerca de 5.000 personas, que no quisieron perderse ni los festejos ni las populares carreras de caballos.
En esta ocasión el mercado registró la presencia de un buen número de equinos, cerca de un centenar, que hicieron las delicias del público presente por su raza y belleza. Los festejos arrancaron a las 10.00 horas con la apertura de la feria y la puesta en marcha del mercado popular, donde un buen número de casetas ofrecían sus productos tradicionales a los presentes. La jornada trascurrió con mucho entusiasmo y a las 13.00 horas tuvo lugar la tradicional misa en la capilla, para a continuación comenzar con la sesión vermú a cargo de la orquesta Grupo Fusión.
Una vez finalizado el descanso y rematada la comida comenzaron las diferentes competiciones, en las que los caballos realizaron toda una exhibición de poderío, poniendo muy complicada la decisión del jurado. En andadura de trotones, el que se llevó el gato al agua fue el equino Carlos, de Moisés Pérez; en andadura de cruzados, Heidi, de Ramón Carro, se mostró intratable; en trote de raza fue Morita, de Rubén Roce, quien realizó una mejor prueba; en trote del país, el espectacular equino Habana, de Ángel de Arco, se impuso con claridad a sus rivales. Finalizada esta parte de la competición tuvo lugar la esperada carrera de caballos, momento más emocionante del día. En la modalidad de equinos de pura raza el ganador fue Flecha, del ferrolano Óscar Cerdeño; mientras que en la de caballos del país se impuso Aquila, de Leira.
La organización destacó el buen ambiente de la jornada, «que transcurrió sin ningún incidente y con una gran cantidad de gente». En total fueron 54 los caballos participantes en las competiciones, un número muy respetable para este tipo de encuentros.
Visitantes
Hasta Galdo acuden cada año turistas procedentes de lugares muy diversos. En esta ocasión hubo un gran número de asturianos, aunque también cabe destacar la presencia de vecinos de Cantabria, País Vasco o Madrid, y también alguno internacional llegado desde Portugal y Francia.
El tiempo acompañó el día, a pesar de que por la mañana se registraron tormentas que hicieron temer lo peor. Por fortuna, el sol brilló durante toda la tarde dando paso a una de las ferias más destacadas de los últimos años.
