Más de 500 agentes vigilarán en el puente las carreteras lucenses

La Comandancia de la Guardia Civil de Lugo movilizará durante el fin de semana a más de medio millar de agentes para vigilar la red viaria de la provincia, dentro de la operación especial que puso en marcha la Dirección General de Tráfico con motivo del Puente del 15 de agosto, que comenzó el jueves 14 de agosto a las tres de la tarde y se prolongará hasta el domingo a medianoche.

Los funcionarios del instituto armado utilizarán todos los radares disponibles para controlar la velocidad de los vehículos e intensificarán las pruebas de alcoholemia en las salidas de fiestas y romerías.

El responsable del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Lugo, el comandante José Iglesias, confirmó que el instituto armado pondrá "en la carretera al mayor número de efectivos disponible". Además del personal adscrito a la vigilancia de la red viaria lucense, colaborarán en las tareas de control los demás miembros del cuerpo, que realizarán pruebas de alcoholemia en las salidas de las fiestas y romerías programadas para este fin de semana.

"Aumentaremos los controles de alcoholemia en las fiestas y romerías, para evitar que puedan circular por la carretera personas en estado de embriaguez", subrayó el comandante Iglesias, quien también reconoció que "es prácticamente imposible controlar todas las celebraciones", por lo que pidió a los propios conductores que sean conscientes del peligro que pueden provocar, para sus vidas y para las de los demás, si se ponen al volante bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Por otra parte, confirmó que estarán en la carretera todos los radares de los que dispone la Guardia Civil en la provincia. "Vigilaremos la velocidad de todas las formas posibles, con los trípodes y los medidores móviles, porque instalaremos controles en cualquier carretera y a cualquier hora del día, por la mañana, por la tarde y por la noche".

En ese sentido, precisó que en algunas carreteras se instalarán, incluso, varios medidores separados entre sí por pocos kilómetros, un sistema que se denomina "radares en cascada", para evitar que los conductores se confíen y aumenten la velocidad de sus vehículos una vez superado el primer control.

"No lo hacemos con la intención de tramitar más denuncias", aclaró el comandante Iglesias, sino para garantizar la seguridad de todas aquellas personas que utilizarán el coche para desplazarse este fin de semana por la provincia de Lugo.

En todo caso, pidió a los conductores, especialmente si las condiciones climáticas no son favorables, que "mantengan la distancia de seguridad, moderen la velocidad y, sobre todo, presten atención a la carretera", porque hay determinados accidentes, como el que sucedió el pasado fin de semana en Vilalba, en los que "por muchos controles que hagamos, poco se puede hacer para evitarlos", lamentó.

En principio, según datos facilitados por la Benemérita, se esperan más de 100.000 desplazamientos de largo recorrido por la red viaria de Lugo, a los que habrá que sumar los pequeños viajes que realizarán los propios lucenses para asistir a las decenas de fiestas programadas para este fin de semana o para disfrutar de los arenales de A Mariña.

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