Más de 1.200 parrroquias de la provincia de Lugo se están beneficiando de la ampliación del programa de impuestos cero en el rural que lleva a cabo la Xunta de Galicia. Gracias a esta medida, los jóvenes, las familias numerosas y las personas con discapacidad ya no pagan el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales ni el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados cuando deciden comprar una vivienda para uso habitual situada en una de estas parroquias.
Esta medida, que entró en vigor este año, beneficia a 3.500 parroquias de Galicia que tienen un grado de urbanización bajo, denominado ZPP (Zonas Poco Pobladas). En la práctica, esto permite aplicar esta medida fiscal en aproximadamente el 94% del territorio gallego.
Esta bajada de impuestos impulsada por la Administración gallega tiene un objetivo principal: fijar población en el ámbito rural, incluso en parroquias poco pobladas que están situadas en los entornos de las principales ciudades y áreas urbanas. Y para eso, la Xunta de Galicia aplica esta medida fiscal en todas las parroquias gallegas que tienen poca población, utilizando para ello los criterios del organismo estadístico europeo Eurostat.
El objetivo es evitar el abandono de tierras productivas y frenar el progresivo envejecimiento de los ayuntamientos
¿Quién se puede acoger a esta bajada de impuestos? Los beneficiarios son los jóvenes menores de 36 años, las personas con discapacidad igual o superior al 65% y las familias numerosas. La finalidad de esta medida es fomentar la adquisición de vivienda en aquellas zonas del territorio gallego que se encuentren menos pobladas, con el objetivo de promover el asentamiento con carácter permanente, con los consiguientes beneficios que esto supone para el entorno. El efecto que persigue el Gobierno gallego es dinamizar las zonas menos habitadas, sobre todo en las provincias de Lugo y Ourense, para evitar la despoblación y el abandono de tierras productivas, y frenar así el progresivo envejecimiento de los concellos del entorno rural.
PROGRAMA PIONERO. La Xunta puso en marcha en 2016 el programa de impuestos cero en el rural, una iniciativa pionera que tiene como finalidad que el impuesto no sea un impedimento para la movilización de las tierras con vocación agraria. Este programa supone complementar otras medidas fiscales ya existentes de apoyo al medio rural y que el Gobierno gallego aprobó desde el año 2009.
El principal objetivo de este programa es favorecer la movilidad de tierras, facilitando la transmisión de la misma al sector agrario. Se trata en definitiva de reducir los costes fiscales de las diferentes operaciones de traspaso. Esto permitirá que la tierra no quede inmóvil y, en consecuencia, abandonada.
Además, a través de este programa se busca permitir a las explotaciones acceder a suelo agrario con menos coste y con más facilidad. De este modo, podrán redimensionar sus explotaciones y ser más competitivas a través del ahorro en los costes de producción.
