Más de 10.000 lucenses ya están citados para ponerse la vacuna de la gripe

El Sergas incluye por primera vez a los productores de ave y porcino entre los grupos de riesgo a los que recomienda recibir una dosis para evitar la posibilidad de recombinación o intercambio genético entre virus

Un total de 10.467 lucenses han solicitado ya cita para recibir la vacuna de la gripe. Aunque oficialmente la campaña se inició ayer y se prolongará hasta el 29 de diciembre, las agendas para reservar hora se abrieron a principios de este mes. En el conjunto de la provincia hay 154 puntos de vacunación, entre hospitales, centros de salud y centros penitenciarios, entre otros

Por primera vez, el Sergas suma a los grupos de riesgo a los que recomienda la vacunación el de los productores de porcino y aves. El objetivo es reducir al mínimo la posibilidad de recombinación o de intercambio genético entre virus. Cabe recordar que es posible que el virus de la gripe porcina o aviar salte puntualmente a un humano y también que el cerdo tiene la capacidad de contagiarse tanto de la gripe humana como aviar, además de la porcina. De hecho, este animal se considera un buen ‘recipiente de mezcla’ para la creación de nuevos virus cuando los de las gripes porcina, aviar y humana se recombinan. Igualmente, las aves también pueden llegar a actuar como agente ‘mezclador’.

Al margen de las personas que trabajen con cerdos y aves, Sanidade sigue instando a la vacunación prioritaria de los mayores de 65 años, especialmente los que residan en una residencia; enfermos crónicos con inmunodeficiencias, patologías cardiovasculares, respiratorias o metabólicas, como la diabetes; personas institucionalizadas con procesos crónicos, niños y adolescentes con tratamientos prolongados de aspirina, personas con obesidad mórbida y mujeres embarazadas.

Además, se considera también población diana a los colectivos que, a causa de su trabajo, puedan transmitir la gripe a población de alto riesgo. Es el caso de los trabajadores sanitarios o el personal de centros geriátricos. También se anima a la vacunación a los que realizan trabajos considerados esenciales para la comunidad como policías, bomberos o trabajadores de los servicios de emergencias. Según recordaron ayer el delegado de la Xunta en Lugo, Xosé Manuel Balseiro; el gerente del área integrada, Ramón Ares y la directora provincial de Sanidade, Begoña Seco, incrementar la vacunación del personal sanitario hasta llegar, al menos, al 40% de los trabajadores sigue siendo un objetivo prioritario.

Las enfermeras llamarán a los mayores de 75 años que no se hayan vacunado cuando la campaña lleve en marcha varias semanas

El año pasado fue el colectivo que protagonizó un incremento más significativo en la tasa de vacunación, pasando del 22,41% en la campaña del 2015, al 32,18% en la del 2016. Con el objetivo de hacer que todo el personal del Sergas tenga presente la necesidad de vacunarse se colgó un vídeo, elaborado por profesionales de Atención Primaria, en la web del Sergas y la pantalla de inicio de todos los ordenadores del sistema de salud tiene un recordatorio.

LLAMADAS TELEFÓNICAS. Lugo es, después de Ourense, la provincia en la que la tasa de vacunación es más alta. Casi el 60% de los mayores de 65 años se vacunaron el año pasado y, entre los mayores de 75, llegó al 65%. Pese a lo cual, el Sergas organiza una intensificación de la campaña pasadas unas semanas desde el inicio precisamente entre ese grupo de pacientes.

El personal de Enfermería es el encargado de detectar entre los mayores de 75 a los todavía no vacunados y de hacer una llamada telefónica para recordarles la conveniencia de hacerlo, muy especialmente si se trata de enfermos crónicos.

Ramón Ares recordó que esa medida logró incrementar la tasa de vacunación de los mayores de 75 años en un 13% en la pasada campaña en la provincia de Lugo, lo que implicó un incremento de 2,5 puntos porcentuales de la tasa global de vacunación.

Balseiro, por su parte, recordó que el presupuesto que destina la Xunta para la actual campaña es de 1,9 millones de euros, que permitió la adquisición de 560.000 dosis. De esas, 250.000 son de vacuna reforzada, destinadas a residentes en centros geriátricos y mayores de 75 años y, el resto, vacunas convencionales.

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