A Maruxaina, una leyenda con prédica popular

Familias y pandillas de San Cibrao y de los alrededores se volcaron en la fiesta por excelencia de la villa marinera, tomada por cientos de romeros ataviados para encontrarse con la sirena

LA TRADICIÓN marca la celebración de A Maruxaina de San Cibrao, declarada Fiesta de Interés Turístico Gallego, y que este sábado congregó a centenares de personas en la playa de esta localidad. Sandra Berdeal es vecina de la villa marinera y acude "desde que nacín" en familia y con la pandilla de amigos. Cuando era más joven acampaban junto al faro y comían en los merenderos que existían allí. Comenta que los vecinos pasan todo el día en la playa, comen, toman algo en los bares, participan en los juegos y recogen las mesas, mientras que los de fuera llegan por la tarde o solo para ver el espectáculo nocturno del juicio a la sirena, que culmina con fuegos artificiales y queimada.

De la localidad también es Juan Francisco Moreno, quien asegura que no faltan un año. Pasan todo el día en la playa, donde comparten comida —tortilla, empanada, lacón o paella es lo más habitual—. Sus hijos ya se han independizado e instalan mesa propia.

El grupo de Manuel Morera asegura que participa desde hace unos 50 años. Ellos son veraneantes que proceden de Lugo y Santiago, sobre todo, que acuden con la familia y amigos. Igual ocurre con los integrantes de la familia Casanova de San Román, que se desplazan desde A Coruña y Madrid, que creen que está "mejor organizado" que otros años; "hay más control en los tenderetes y el tráfico, a pesar de las críticas".

AFLUENCIA. Tomás Rodríguez y Antonio Manuel Fernández, de San Cibrao y Celeiro, aseguran que acuden desde los inicios. Encargan parte de la comida y presumen de contar con salpicón de rape o vinos de calidad. "Pasámolo ben, vímola medrar, de cando só viña 40 persoas aos millares de agora", dicen.

La fiesta incluye concurso de carritos, en los que algunos grupos portan la comida que degustan a medida que recorren las calles próximas a la playa de O Torno, como la pandilla de Andrés Santos, de Oviedo y que veranea en Foz. Sobre todo les gusta el ambiente, los fuegos, la representación del juicio y estar con los amigos. Piden que dure un día más.

Sara Hermida y Paula Domenech acuden desde Burela y no se mueven de un banco del paseo marítimo, porque afirman que el espacio está muy disputado. Otro grupo burelés es el formado por Samuel Gómes, Omar Grandío y Daniel Rodríguez, que pasan el día sobre las toallas, igual que los focenses que acompañan a Héctor Paleo. Beatriz Villar, de Lugo, indica que esta tradición se hereda como el vestidos de maruxaina.

ORÍGENES.  Los orígenes de la Maruxaina podrían estar en aquella sardiñada que allá por 1958 organizaron un gupo de jóvenes en la Atalaia de San Cibrao, una villa con importante tradición oral. La celebración es ahora multitudinaria.

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