El alcalde de Becerreá, el socialista Manuel Martínez, declaró ayer en el juzgado de su localidad como imputado por una denuncia presentada por la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (Aplu), en la que le acusan de organizar el movimiento de oposición al derribo de una casa en Lamas. Martínez cree que con este proceso la Aplu busca «un castigo exemplar, mandar unha mensaxe para que ninguén máis se atreva a opoñerse a unha demolición».
El regidor de Becerreá negó haber encabezado el movimiento vecinal contra el derribo de la casa de Lamas en enero pasado. Explicó que el día que los vecinos impidieron la entrada de los agentes de la Aplu y de las máquinas de demolición, él fue alertado cuando ya estaban concentrados y fue la Policía Autonómica quien le impidió el acceso a la casa. «Eu non organicei nada, a min chamáronme cando xa estaban alí e fun porque como alcalde debo ir a onde me chaman. A Policía impediume o paso, eran eles quen cortaban o acceso, non eu, e tiven que chegar a Lamas campo a través», explicó. Cuando llegó, asegura que intentó «mediar entre veciños e policías porque había moita tensión e os ánimos fóronse calmando».
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