De las 497 áreas analizadas por la Consellería de Sanidade en el Programa de vigilancia sanitaria de las zonas de baño de Galicia, sólo cuatro -el 0,8%- han obtenido la calificación de no aptas y dos de ellas están en la provincia de Lugo, concretamente en A Mariña. Se trata de Penaoural, en Burela, cuyo resultado fue negativo en tres de las diez muestras tomadas, y Pozo da Ola, en A Pontenova, donde las tres últimas muestras arrojaron resultados negativos.
Según los datos presentados ayer por la secretaria xeral de la Consellería de Sanidade, Sagrario Pérez Castellanos, el 63,1% de las zonas -un total de 326- obtuvo una calificación sanitaria apta para el baño de «muy buena calidad» y el 35% -181 zonas-, de buena calidad. Además de las de Lugo, las otras dos áreas no aptas están en Pontevedra.
Sanidade realizó la vigilancia y control en el 99,6% de las áreas de baño censadas y sólo dos no se pudieron calificar por no realizarse las muestras, ya que eran inaccesibles. Sin embargo, Pérez Castellanos incidió en que tanto los turistas como los gallegos pueden gozar «con total seguridad» de las playas marítimas -riberas del mar y de las rías formadas por arenales o pedregales- y de las continentales, como denominan a los lugares de aguas dulces superficiales, corrientes o embalsadas. Estos datos, que ya remitieron al Ministerio de Sanidad para que realice el informe nacional, constatan, a juicio de la secretaria xeral, que «se puede estar tranquilo, pero no hay que descuidarse porque la calidad puede variar».
Sagrario Pérez explicó que el programa de vigilancia de las zonas de baño pretende «minimizar» los riesgos de contraer alguna enfermedad al bañarse en aguas marítimas o continentales, como gastroenteritis por contaminación microbiológica del agua».
