María Loureiro: "Aportamos todo lo que tenemos y más, además de solicitar ayuda a la Diputación"

LA CATEGORÍA musical de las bandas del festival, unida al incremento de la población, convierten a Viveiro en referente estos días. 

Estos días Viveiro podría ser la octava ciudad gallega en población.
Jajaja... No voy a entrar en conflictos, pero este evento es el más grande de Galicia y el más importante del país, musicalmente está al nivel de los mejores de Europa, porque la calidad de los grupos es innegable. 

¿Está preparado el municipio para soportar esta avalancha?
Sí, está preparado y los cuerpos de seguridad están esforzándose mucho. La Policía Local, en concreto, trabaja en turnos de doce horas. La empresa Cespa también limpia el recinto por la mañana, tarde y noche, pero siempre hay algo que mejorar. Las papeleras son insuficientes, pero Viveiro no está sucio. El festival sigue creciendo, incluso en espacio, gracias a que Melchor Roel lo apoyó en sus inicios y mantenerlo resulta muy fácil. 

¿Que aporta el Concello?
Aportamos todo lo que tenemos, logística, material y una ayuda, y más, además de gestionar la subvención otorgada por la Diputación, que es la institución que más contribuye al evento. Sin el apoyo municipal, que tiene la colaboración de otros concellos como nosotros los apoyamos a ellos cuando lo solictan, sería muy difícil. 

¿Registra muchas incidencias?
No hay grandes incidencias para la cantidad de público que acude, que es respetuoso y viene a escuchar su música. Todo está saliendo bien, pero también quiero agradecer a los vecinos, sobre todo a los de Celeiro, su comprensión, ya que ellos lo sufren y estos días cambian su rutina. Entiendo que eso es latoso, porque hay más tráfico, menos aparcamientos y por ello les solicitó que disculpen por las molestias. 

¿Y qué me dice de la repercusión?
Es una inyección económica tremenda para un concello de 16.000 habitantes y para otros del entorno. Los locales están llenos.

El verano está a tope de actividad, ¿y el resto del año?
También potenciamos la Semana Santa internacional. Roel apostó por pasar el Resu a julio, porque Viveiro se llena solo en agosto.