María Jesús Álava: "La sobreprotección probablemente es el principal error que cometen los padres"

Esta psicóloga advierte de la creciente proporción de niños manipuladores y agresivos por la "falta de consecuencias" en la educación, tanto en casa como en colegios

La psicóloga María Jesús Álava, que acaba de publicar La verdad de la mentira (La esfera de los libros), ha advertido este martes de la creciente proporción de niños manipuladores y agresivos por la "falta de consecuencias" en la educación, tanto en casa como, ocasionalmente, en colegios, y que ha atribuido al cambio de un estilo "excesivamente autoritario" a otro "excesivamente permisivo" centrado en la "sobreprotección".

"La sobreprotección probablemente es el principal error que cometen los padres", ha reflexionado Álava, quien ha comentado que, si bien son casi seguro "los más preocupados de la historia de la educación", lamentablemente "no les están haciendo bien".

Antes de participar en una conferencia en Ourense titulada Pasarse del padre a la madre, dentro de las octavas Jornadas sobre la "sobreprotección familiar", ha lamentado "la falta de pautas" y de "normas" por parte de los progenitores, cuyas consecuencias —ha alertado— se están viendo "a posteriori".

En un estudio de la población, en el que analizaron "más de 15.000 casos problemáticos", ha señalado que los principales problemas detectados fueron "la falta de tiempo" así como la "falta de pautas, normas y un estilo de vida equilibrado" que permita a los niños aprender a "situarse y prepararse" para la vida.

Por el contrario, ha asegurado que en la sociedad actual, donde cada vez se necesita más inteligencia emocional, "cada vez tienen menos recursos" por el modelo de educación donde "cada vez la proporción de niños manipuladores y tiranos es mayor".

En este contexto, ha situado el "mal uso de la nueva tecnología" como uno de los principales problemas a afrontar para evitar mayores problemas, y que ha atribuido a la falta de limitaciones.

"No hay ninguna razón para que tenga móvil un niño de seis y siete años ni tampoco para que un adolescente tenga un ordenador en su cuarto", ha apuntado Álava, quien ha alertado del error que es lanzar un mensaje de que agresividad es diversión, cuando no es así.

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