Margallo escucha la llamada del Govern y apuesta ahora por ''explorar las vías de convivencia''

El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó hoy que el proceso soberanista de Cataluña es una "vía muerta" y abogó por "explorar vías de convivencia" entre esa comunidad y España, cuyas relaciones "pueden acomodarse sin necesidad de modificar la Constitución".

García-Margallo hizo estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta tras reunirse con su homólogo estonio, Urmas Paet, al ser preguntado en varias ocasiones por los periodistas locales.

El jefe de la diplomacia española dejó claro que "el ejemplo de los países bálticos es distinto y distante a la situación en Cataluña", antes de apostillar: "Cualquier comparación entre la cárcel de los pueblos de la Unión Soviética y un estado democrático como es España es una aventura intelectual harto complicada de defender".

García-Margallo volvió a recordar que el derecho a la secesión mediante una declaración unilateral de independencia no está recogido en la Constitución española y por tanto es contrario al ordenamiento de la UE. "Una declaración unilateral de independencia excluiría a Cataluña y tendría que ponerse a la cola y conseguir la votación unánime de reconocimiento de país candidato de la aprobación de 35 capítulos y la adhesión final", explicó el ministro.

"Es una vía muerta", insistió García-Margallo, quien apostó por "explorar vías de convivencia entre Cataluña y el resto de España", de una "convivencia que arranca de la España romana y se consagra con los Reyes Católicos hace 500 años".

El ministro explicó que el tema central de la discusión es la financiación autonómica y el reparto de recursos entre la Administración central y las comunidades autónomas, así como entre las propias autonomías. "Se estudian posibles alternativas para el nuevo sistema de financiación", dijo el titular de Exteriores, quien añadió que se trata de buscar "acomodo satisfactorio" para las partes.

Señaló que la Constitución permite "fórmulas flexibles para abordar problemas que cambian" y dijo estar seguro de que "si las dos partes son capaces de sentarse a negociar, con ánimo de negociar y no de romper, la solución es factible". "Cualquier solución dentro del marco constitucional es infinitamente mejor que una solución que suponga salirse del marco constitucional, que no conduce a ninguna parte", añadió.

El ministro subrayó que su vocación siempre ha sido "más tender puentes que volar puentes" y que siempre ha creído en la moderación y en buscar el diálogo para resolver conflictos.

Después de que García-Margallo afirmara que la experiencia báltica "no tiene nada que ver desde el punto de vista legal e histórico", el ministro estonio señaló que entiende los argumentos y razones tanto del Gobierno español como de la Generalitat. No obstante, precisó que al ser España un país democrático está convencido de que se podrá solucionar "de manera que la mayoría esté contenta y sin que nadie tenga que enseñar nada a nadie". "En Estonia muchos se han sentido incluso orgullosos de cómo el resto de Europa ve la experiencia de independencia de Estonia y de otros países bálticos, pero si lo vemos de más cerca no se pueden comparar las dos situaciones. Comparar el Estado de Derecho español contemporáneo con la Unión Soviética de la época no tiene sentido", agregó Urmas Paet.

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