Dos de los mariscos más apreciados y escasos, como son la langosta y el bogavante, desaparecen de las lonjas gallegas desde ayer y previsiblemente hasta finales de año, debido a que ambas especies comienzan su segunda veda anual. Sin embargo, otro crustáceo emblemático de Galicia, el santiaguiño, se puede capturar desde ayer y al menos hasta después de Navidad.
Con la veda de langosta y bogavante se dará descanso a estas especies realmente escasas en aguas de la comunidad autónoma, prueba de ello son los pocos kilos de ambos crustáceos que venden anualmente las lonjas de Galicia. Los últimos datos provisionales de la Xunta indican que mientras que en lo que va de año se subastaron poco más de 1.100 kilos de langosta, 300 de ellos en la comarca, en lo que se refiere al bogavante su venta en lonja fue de casi 4.000 kilos, entre los que se encuentran los 900 vendidos en las subastas mariñanas.
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