Manuel Garrido: ''Tenemos tres bazas turísticas: el vino, la naturaleza y el golf''


Es un amante de la naturaleza y considera que los paisajes que dibujan el Miño y el Sil son únicos en Europa. Tras recorrer palmo a palmo la Ribeira Sacra, Manuel Garrido elaboró una guía editada por Xerais de la que ya se vendieron más de 3.500 ejemplares


ES DE SEGOVIA pero sus raíces paternas están en Xunqueira de Espadañedo, en pleno corazón de la Ribeira Sacra. Manuel Garrido Rivero es el autor de una guía práctica sobre la Ribeira Sacra que se ha convertido en una de las referencias imprescindibles para viajar por la zona.

¿Cómo surge la idea de plasmar los atractivos de la Ribeira Sacra en una guía?

Yo nací en Segovia, pero llevo más de veinte años en Galicia. Mi paraíso personal es Xunqueira de Espadañedo, la tierra de mi padre, el lugar al que volvía cada verano de niño y el sitio en al que viajo cada 15 días porque restauré allí la casa de mis abuelos. Además, soy un senderista empedernido, un amante de la naturaleza, así que en eso está la conjunción perfecta.

Hay un antecedente a esta guía, una editada en 2004 sobre el Camino Portugués.

Fue un proyecto con otra editorial que aborda el trayecto entre Ponte da Lima y Santiago de Compostela. Empecé con las guías porque viajar es algo que me apasiona y buscaba plasmar en un libro las respuestas a las preguntas que yo me planteo o que tengo que resolver cuando salgo. Hablo de lo típico: un sitio para comer, uno para dormir... Así que en estas guías se reflejan lugares a los que fui, en los que estuve, recorridos que tuve la oportunidad de hacer. Las cuestiones que a mí me parecen interesantes.

La guía se estructura en dos partes, una de conceptos generales y otra con rutas y trayectos concretos...

El reto era dar unas nociones básicas sobre la Ribeira Sacra y después proponer rutas para conocer el territorio. Unas parten de Monforte, otras van hasta Paradela y también las hay por la zona de Quiroga. Porque en la Ribeira Sacra hay valle, montaña y paisajes muy distintos.

¿Cómo van las ventas?

Superamos los 3.500 ejemplares. De esa cifra, 2.000 se vendieron de la versión en castellano y 1.500 en gallego. De los ejemplares en castellano, 1.000 los compraron fuera de Galicia, lo que es un síntoma del interés de los de fuera por esta tierra.

¿Cómo valora esas cifras?

De forma muy positiva. En una guía de este tipo llegar a los mil ejemplares no está mal, así que los 3.500 es estupendo. Hay que tener en cuenta que es una guía que la gente tiene que no se distribuye de manera gratuita, por lo que estamos muy contentos.

¿Cuál es el secreto de ese éxito?

Es un poco el planteamiento, el hecho de que todo lo que se propone en la guía está comprobado. Durante cuatro años me dediqué a recorrer la zona y conocerla en detalle, y eso es lo que plasmé en la guía. Además, da un poco respuesta a las preocupaciones reales y las necesidades que tiene la gente corriente. No es ninguna tesis sobre la Ribeira Sacra, es algo asumible, que explica las cosas de una forma sencilla.

Decía que para hacer la guía recorrió al detalle la Ribeira Sacra. ¿Cómo se debe plantear el turismo en la zona?

Creo que hay tres ejes que deben coordinarse y que pueden ser complementarios. Por un lado, el turismo vinculado al vino más estrictamente, a las bodegas y a la esencia de la Ribeira Sacra. Por otro, el turismo de naturaleza y senderismo y también el incipiente turismo centrado en el mundo del golf. Son las tres bazas del turismo en la Ribeira Sacra.

¿Es difícil convencer a una editorial para que publique una guía de este tipo?

Presenté un esbozo y la editora decidió respaldar el proyecto. No hubo que insistir mucho.

¿Algún otro trabajo a la vista?

La intención es seguir trabajando para actualizar esta guía. Siempre estoy sobre el terreno y creo que en un plazo de dos años habrá que hacer cambios. Quitar unas cosas y añadir otras.

Para una persona que conoce la zona al detalle. ¿Qué se puede mejorar?

La esencia de la Ribeira Sacra es su naturaleza y en ese sentido es un lugar único en Europa, algo que se puede comprobar desde el mirador Pena do Castelo. Además, es una zona privilegiada en cuanto al clima, porque las horas de sol son las más altas de Galicia. La naturaleza ya ha sido muy generosa con el entorno, así que lo que queda son los detalles. Por un lado, mejorar e unificar la señalización y, por otro, cuidar las rutas de senderismo. No se trata de que haya muchas, pero las que se creen hay que mantenerlas. También es importante abrir los recursos al público, que las iglesias se puedan visitar. En eso ya se ha avanzado, pero queda trabajo por hacer. Otro punto es la gastronomía, es un aspecto muy potente en la zona, con unas materias primas envidiables, pero también hay que trabajar las presentaciones, experimentar con los vegetales, darle un plus al plato convencional. Ya hay locales que lo hacen, pero no debería descuidarse ese aspecto.

Una de las luchas de la Ribeira Sacra es conseguir que el visitante se quede aquí varios días y no ser un turismo de fin de semana, de tres o cuatro jornadas.

Para lograr aumentar las estancias hay que lograr que el visitante no se aburra, generar actividades. Lo ideal sería que surgiesen más empresas centradas en gestionar actividades y mover al turista.

El trabajo para elaborar la guía comenzó en 2004. ¿Se ha avanzado en este tiempo? ¿Han mejorado las cosas o el sector sigue estancado?

Creo que sí que hay evolución. Estamos en muchas ferias, se comienza a trabajar con operadores... Por ejemplo, las bodegas ahora se abren al público, con visitas y catas, se hizo el centro del vino de Monforte que, para mí, es un lugar muy agradable... Son pequeños pasos, pero son los que hay que dar. Aquí no se necesitan, a mi criterio, grandes obras, aquí lo que se necesita es autoestima, ser conscientes de lo que tenemos y creérnoslo. Cuando la gente que vive a diario en la Ribeira Sacra asuma que vive en un lugar privilegiado será capaz de transmitir a los demás las grandezas de esta tierra. Y digo esto en sentido positivo, no es una crítica a los vecinos, es un impulso. Ellos supieron conservan la tradición y la riqueza de esta tierra, ahora tienen que mostrarla orgullosos.

EN CORTO
«Hay que trabajar juntos y dejar de lado las rivalidades»

¿Está todo en su guía de la Ribeira Sacra?

Está gran parte de lo que yo conozco. Pero lo bueno de la Ribeira Sacra es que cada persona puede tener y descubrir aquí su propio rincón. Hay muchos lugares anónimos que uno puede convertir en su sitio.

Siempre se habla de la Ribeira Sacra ourensana y la lucense. ¿Esa división es beneficiosa?

Para nada. Esto es un ente único. Es un todo y hay que trabajar juntos y dejar de lado las rivalidades. En cada sitio hay lo que hay. Chantada tiene lo suyo, Esgos tiene lo suyo y Monforte tiene los suyo. Lo que hay que hacer es favorecer el todo y mostrarse en conjunto. El boca a boca en este sentido es muy importante.

En la Ribeira Sacra no hay mar.

No, está claro. Yo no tengo nada en contra del mar, pero tengo un hijo pequeño que pasa 15 días seguidos de vacaciones en Xunqueira y no se aburre. Porque en la Ribeira Sacra hay rutas, posibilidad de practicar deportes, de bañarse en el río o en la piscina. Claro que no hay mar, pero hay otras cosas, hasta el nombre de la Ribeira Sacra es bonito. Pero todo pasa porque nosotros mismos lo apreciemos para que también lo aprecien los demás. 

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