MANEL LOUREIRO, autor del libro "Apocalipsis Z"
De los zombis a un buque malvado. ¿Fue tan casual su nuevo libro con ‘AZ’, muy inspirado por una película, ‘Amanecer de los muertos’?
Es una historia que surge de dos historias. Una de ellas es la historia del Mary Celeste, un barco que apareció a la deriva a finales del siglo XIX, en pleno Atlántico, con las velas desplegadas. Se lo encontró otro barco, el Dei Gratia y resulta que, como en el Valkiria de esta novela, no quedaba nadie a bordo aunque estaba en perfectas condiciones y la comida estaba recién servida en la mesa. Esto fue una auténtica conmoción. Por otra parte, estaba la historia de los buques de la KdF, una organización del partido nazi que se encargaba de organizar vacaciones para los trabajadores del Reich y cuyos buques tuvieron un final terrible. De la colisión de esas dos historias, surgió el punto de partida para empezar a contar ‘El último pasajero’, que es muy interesante porque era era la primera vez que yo me atrevía a contar una historia de amor.
¿Cuál es su estrategia para poner los pelos de punta?
Para mí esto es un thriller de misterio que sí tiene elementos acongojantes. No es una novela de terror en estado puro. De todas formas, hacer pasar miedo es muchísimo más fácil que hacer reír, que es dificilísimo, distinguiendo el miedo del susto. Miedo es crear una atmósfera envolvente en que se dé una sensación de tensión. Pues para ir creando esa atmósfera tienes que ir tejiéndola muy lentamente de forma que vaya atrapando al lector sin que este se dé cuenta pero que le interese.
¿Usted que tipo de fobias tiene?
Yo le tengo miedo a las arañas. Tengo una aversión extrema y brutal. Y después supongo que, como todo el mundo, tendré un montón de miedos más o menos controlados, lo que pasa es que no te los voy a contar todos (risas).
¿Un buen escritor se hace leyendo mucho?
La única manera de escribir bien es leyendo mucho, y cuando digo mucho quiero decir muchísimo. Y muchísimo lo digo con mayúsculas.
¿Qué libros recomendaría para estas vacaciones?
Pues aparte de ‘El último pasajero’, que no voy a caer en la falsa modestia, hay otro montón de libros, como ‘La leyenda del ladrón’ o ‘Espejismo’, que es posiblemente una de las mejores novelas que he leído este año. Es espectacular.
¿Qué supuso adelantar en la lista de ventas en EE.UU. de Amazon a Stephen King, el maestro?
Es una sensanción muy extraña. Es posiblemente uno de los autores vivos más brillantes de las últimas décadas. Y pues bueno, imagínate, un tipo que lo es todo en la literatura, pasar por delante de él y en su casa, en EE.UU., es una emoción enorme. Yo me imaginaba a Stephen King en su casa de Maine, levantándose por la mañana con su taza de café, su batín rojo, sentándose delante del ordenador y viendo la lista de ventas y preguntándose quién coño era Manuel Loureiro y preguntándome yo como pronunciaría mi nombre. Cuando tenga la oportunidad de cruzarme con él, que es algo que espero que suceda, le podré contar esa anécdota a ver si él la recuerda o no.
¿Es un mitómano?
No, no. Lo que pasa es que sí que me gusta conocer a aquella gente que me resulta interesante.
¿Qué relación hay entre su literatura y el cine?
Bebo de esa manera de narrar, de ese estilo narrativo anglosajón. Por eso quizás mis novelas funcionen tan bien en EE.UU. Todos los que estamos por debajo de los 50 años somos hijos de la generación de la televisión.
¿Qué le debe a sus lectores?
Absolutamente todo. Estoy terriblemente agradecido a mis lectores porque me recomiendan mucho y eso es lo mejor que te puede pasar.
Usted ha demostrado con ‘AZ’ que el formato digital puede convivir con el libro de papel.
El libro digital ha llegado y es algo que va a coexistir con el libro de papel durante mucho tiempo. Pero no es como cuando llegó el cedé. El papel tiene el mismo formato que tenía hace 1.700 años. Un formato que ha aguantado 17 siglos es muy, muy bueno.
¿Tiene algún personaje del género de terror preferido?
Ninguno. Los personajes no dejan de ser herramientas para contar historias.
¿Ha colgado la toga? [Es abogado]
Estoy en ello (risas). No es una decisión que se tome de manera consciente. Ves que a medida que pasan los años vas siendo más una cosas y menos otra.
¿Puede contar en qué está trabajando?
No,no... Solo te puedo decir que va a tener una protagonista femenina, que es un reto.
¿Por qué?
Las mujeres sois terriblemente divertidas y complejas para crear un personaje. Jugar con eso es fascinante y además para esta novela me hace falta meterme mucho en el cerebro de una mujer.
