Mandar nunca fue fácil

Despedida al sargento Bellas, en el hotel San Briz. (Foto: AMA)
photo_camera Despedida al sargento Bellas, en el hotel San Briz. (Foto: AMA)

La llegada del sargento Andrés Martínez Bellas al cuartel pontenovés, poco antes de 2009, fue algo polémica. Los pontenoveses estaban acostumbrados «a campar a sus anchas por el pueblo», como reconocen muchos vecinos, pero este joven mando de la Guardia Civil aplicó un estricto cumplimiento de la ley desde el principio, al impedir, por ejemplo, que se aparcase en doble fila en plena carretera N-640, que atraviesa el centro urbano.

«O máis habitual para calquera conductor que circulaba pola N-640 entre Asturias e Lugo era chegar á Pontenova e atoparse con bastantes vehículos estacionados en doble fila na estrada, obstaculizando o tráfico», señalan algunos vecinos que agradecen a Bellas «ó ter posto orde aí, porque a xente estaba acostumada a entender a estrada xeral como parte do pobo e moita xente maior baixábase e tomábase o seu tempo en baixar a tenda, coller algún recado e logo volver marchar».

Consiga AQUÍ la información completa

Comentarios