Malogrado 'break point'

ESTA SEMANA, he sacado en una conversación, por enésima vez, la anécdota verídica de aquella participante en un concurso de televisión (de Antena 3, creo) que, a la pregunta de qué provincia gallega no tenía mar, contestó que Lugo. La respuesta puede ser considerada como una muestra de incultura general, pero también da una idea de lo remota y desconocida que resulta esta provincia fuera de Galicia (también es probable que el conocimiento sobre Soria del lucense medio no pase de Machado, Gabinete Caligari y el Numancia). Eso se suele arreglar, por ejemplo, con campañas de imagen.

Y una buena campaña de imagen hubiera sido acoger una eliminatoria de la Copa Davis de tenis, una posibilidad que resultó finalmente frustrada. Indudablemente, la semana tenística (los tres días de juego más los de entrenamiento) hubiera beneficiado directamente solo a parte de la población, hosteleros principalmente, pero darse a conocer al resto del mundo es algo que, como decía el anuncio, no tiene precio. Imagínense a un austríaco amante de los romanos que descubre, gracias al documental previo de Teledeporte, que en el sur de Europa hay un cinturón de piedra de dos kilómetros y pico. Se trata de esos beneficios intangibles que proporciona el deporte; a veces son simples chorradas, pero sirven, por ejemplo, para que llegues a Jalisco y te sitúen como procedente de «una ciudad que está a cien kilómetros de donde juega Andrés Guardado», futbolista del Deportivo nacido en ese estado.

Y la verdad es que a Lugo le vendría bien tal publicidad porque últimamente somos más conocidos en el exterior de la provincia, cierto, pero es por razones que no son para sacar pecho: «¿Qué pasa en Lugo, que sólo tenéis putas y policías proxenetas?», decían fuera de aquí cuando la Carioca y las multas. Ahora, las referencias geográficas crecieron: «Lugo es la provincia donde está Guitiriz, la de la gasolinera, ¿no?».

Los políticos han demostrado ser conscientes de cómo daña esto la imagen de la capital. Es más: a alguno casi parece que le inquieta más eso que el hecho de que esté implicado en la Carioca alguno de los trabajadores supuestamente a sus órdenes. De esto han hablado el alcalde lucense,López Orozco, y también el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo. Por el pecado de uno (o diez) se tiende a pensar injustamente que todos son iguales; por eso, como saben los expertos en imagen, es importante tanto erradicar la manzana podrida como darle una mano de pintura al cajón contenedor.

Se ha perdido la posibilidad de organizar la Davis, es bastante improbable que el Lugo gane la Champions y el Breogán la Liga ACB y es difícil que seamos sede olímpica. Así que a las autoridades les toca inventarse o hacer algo, pero que sea ya, porque fastidia un poco pasar de vivir en «Lugo, la mayor base nabal» de Galicia, a hacerlo en «Lugo, ese sitio donde todos están corrompidos». Desde luego, a Dwight F. Davis y aquellos caballeros precursores del tenis seguro que les hubiera desagradado y se hubieran procurado un punto de ruptura (‘break point’).

Compensación en color verde de árbol. Es curioso ver la preocupación medioambiental que tienen algunas empresas:Alcoa hace plantaciones de árboles en A Mariña; Repsol, en las rutas jacobeas (en la foto, en Portomarín). Podría pensarse que iniciativas de este tipo suponen una compensación a la naturaleza por una actividad económica que en ocasiones es agresiva (la contaminación que generan el petróleo o la fabricación de aluminio). Y aunque a veces pueda parecer simple márketing, es mucho más de lo que hacen otros ciudadanos de a pie. J. VÁZQUEZ

PINCELADAS
Hackers. La toma por el grupo Anonymous de la web del PP de Foz sirvió para que el partido la actualizara: llevaba sin hacerlo desde el 4-N. Se veía muy inactiva.

Anomalías. De vez en cuando aflora un Lugo oculto, donde las casas se empiezan a habitar con luz de obra o con un enganche provisional de agua.

Impuestos. A muchos lucenses les va a descuadrar las cuentas que el recibo del IBI les llegue justo antes de irse de vacaciones.

San Rafael. Seré pesimista: huele a que el hospital de Castro se caerá antes de ser rehabilitado (si llega a serlo).

O RECORTE. Quedamos de pedra
El Progreso, 15-02-2012, p. 19Tanta pedra non pode ser boa. Os de Adega denuncian que unhas en Cereixedo, Cervantes, están mal. En Diomondi tamén están caendo. Iso é porque hai moitas, seguro. Mesmo no centro de Lugo hai unha acumulación de pedras, algunha romana, seica. Co ben que estaría usalas para facerlle un chalé ao fillo na leira de fóra, que ten sitio para unha piscina e un garaxe para cinco ‘haigas’. Ou tamén para venderllas a un construtor e facer unha urbanización... ah, non, que iso xa non se leva. Pero nada, aquí o que interesa é protexer as pedras... E non lles chegará cunha de cada, unha igrexa, un museo, un castelo... un único país?

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