El olor a sardinas y a churrasco fue el preludio constante de las hogueras de San Juan en toda la comarca. No hubo rincón que no disfrutara, en mayor o menor medida, de su pequeña fogata y de una cena tradicional al aire libre disfrutando del buen tiempo que trajo consigo la noche más corta del año.
Fueron muchos los que gozaron de la magia del fuego y algunos pocos los que se atrevieron a saltar nueve veces la hoguera para llamar a la buena suerte, que en esa noche parece que tiene portales abiertos en cada esquina. Y los que tuvieron el privilegio de disfrutar del fuego al lado del mar también pudieron cumplir con otro ritual: saltar las olas.
Otro ejemplo de celebración fue la de los niños de la guardería de Burela que durante toda la semana estuvieron trabajando con el cuento ‘Monstro do lixo’, para aprender a no tirar la basura en cualquier sitio y, después, el día de San Juan quemaron ese particular monstruo en la hoguera.
Todas las fogatas transcurrieron sin incidentes, sólo se produjo un pequeño incendio en Marzán, que Protección Civil de Foz sofocó rápidamente y algunos actos vandálicos en Ribadeo, donde aparecieron locales con pintadas.
