El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló este martes que el incremento de los flujos de inmigrantes que llegan a España desde Marruecos "vuelve a ser una preocupación", y que los 800.000 que esperan en Libia para atravesar el Mediterráneo constituyen "una amenaza real".
En un discurso ante los embajadores franceses reunidos esta semana en París, Macron defendió la iniciativa de que los europeos procedan al filtrado de posibles demandantes de asilo en territorio de Níger y Chad, decidida en una minicumbre.
"Esta acción tardará tiempo y es difícil" pero "constituye una respuesta esencial a nuestro desafío", afirmó el presidente francés, que anunció el nombramiento de un embajador que se dedicará a la cuestión de las migraciones, así como la creación de un grupo de trabajo. Afirmó que "asistir a los inmigrantes es un deber moral", pero fue insistente en la "distinción" entre los inmigrantes económicos y los refugiados.
Consideró que ante la cuestión de la llegada de inmigrantes a Europa desde el sur del Mediterráneo, "asistir a Grecia sigue siendo un imperativo", pero sobre todo que los 800.000 que se calcula que hay en Libia en espera de poder entrar en el Viejo Continente, y la mayor parte de los cuales "no son refugiados", constituye "una amenaza real".
En cuanto a la ruta del Mediterráneo occidental, desde Marruecos a España, dijo que "vuelve a ser una preocupación". España registró el pasado julio la llegada de 2.300 inmigrantes, cuatro veces más que en el mismo mes del año anterior, de acuerdo con la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).
Esa cifra elevó el total de llegadas en los primeros siete meses de 2017 a alrededor de 11.000 personas, lo que supera el número registrado en el país en todo 2016.
