Lugonovo y BNG dirán este miércoles si aún respaldan a Méndez

La alcaldesa lleva al pleno su cuestión de confianza como única forma de sacar adelante unos presupuestos que regirán dos años

El portavoz municipal del BNG,
Rubén Arroxo, en un pleno. XESÚS PONTE
photo_camera El portavoz municipal del BNG, Rubén Arroxo, en un pleno. XESÚS PONTE

Lara Méndez se enfrenta este miércoles a una cuestión de confianza, la única forma que ha encontrado desde su gobierno en minoría para sacar adelante unos presupuestos rechazados por toda la oposición. La sesión ayudará también a ver si Lugonovo y BNG, los dos grupos que ayudaron a colocarla en la alcaldía, siguen respaldándola.

Pero habrá que esperar a las cinco porque los nacionalistas, que decidieron en asamblea el sentido de su voto, no lo desvelarán hasta esa hora y porque Lugonovo en realidad vincula al de ellos el suyo. El grupo de Cristina Pérez Herráiz quiere que el suyo sea un "voto útil", considerándolo como tal si permite que los presupuestos empiecen a regir enseguida. Pero eso solo ocurrirá si el Bloque también vota a favor de la confianza. Si vota en contra o se abstiene de nada serviría el voto favorable de Lugonovo, por lo que probablemente cambiaría de sentido.

Teniendo en cuenta que los nacionalistas no respaldaron los presupuestos y que el grupo es especialmente crítico con lo que considera la inacción del gobierno, la posibilidad de que vote en contra o se abstenga no resulta remota.

Si finalmente Méndez solo consigue el apoyo de los suyos —cosa que parece probable— comenzará un mes de espera. Solo si después de ese período no se ha presentado una moción de censura o si pese a haberse presentado no prospera se entenderán como aprobados los presupuestos.

Si el pleno no otorga su confianza, habrá 30 días para presentar una moción de censura, sin la que el presupuesto se aprobará



Los alcaldes solo pueden presentar dos cuestiones de confianza por mandato y no pueden hacerlo en el último año. Por esa razón es tan importante para Méndez conseguir sacar adelante los presupuestos ahora porque la opción de la cuestión de confianza —a la que también recurrió Orozco en su momento cuando gobernaba— no la tendrá disponible el año que viene.

Para ese ejercicio, el último del mandato ya que habrá elecciones municipales en 2019, regirán estos presupuestos prorrogados, en caso que de finalmente salgan adelante.

Pese a que la moción de censura parece imposible de llevar a cabo en una oposición poco unida que casi en lo único que se pone de acuerdo es en sus críticas al gobierno, el tiempo de espera hasta que se cumpla el mes tras la cuestión de confianza no va a ser fácil para el gobierno.

Habrá movimientos, habrá aproximaciones y habrá elucubraciones, lo que no implicará necesariamente una alternativa firme de gobierno, que sería realmente dificilísima de alcanzar.

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