Daniel Canto, de Muimenta, y David Mon, de Burela, siguieron caminos paralelos hasta que se cruzaron en un curso de cámara y realización en el que hicieron buenas migas. Ambos habían apostado por estudiar lo mismo, el ciclo superior de realización de proyectos audiovisuales y espectáculos, aunque el primero lo cursó en la TIC lucense y el segundo, en la EIS de A Coruña.
El mundo audiovisual les ofreció sus primeras oportunidades laborales, pero también los llevó a engrosar las listas del paro, por lo que decidieron tomar la ruta de los emprendedores y montar juntos su propio negocio. «O primeiro era saber o que iamos facer e pensamos na imaxe aérea, con calidade, gravando en HD, porque queriamos algo que fose máis alá do vídeo tradicional e disto hai pouco», recuerda Daniel Canto.
Dicho y hecho. Se asentaron en el polígono de A Grela, en A Coruña, se hicieron con un pequeño equipo -una cámara profesional, dos réflex y la estrella de su proyecto, el quadcopter, un helicóptero teledirigido para las tomas a vista de pájaro- y desde que abrieron las puertas de Vagalume Audiovisual en septiembre prácticamente no han dejado de trabajar.
