Lugo Monumental envió este lunes un nuevo escrito a la Fiscalía Provincial, acompañado de documentos que, a juicio de esta asociación lucense, prueban que en el San Froilán se producen ventas ambulantes ilegales, sin que las autoridades tomen medidas al respecto.
La agrupación acudió a la fiscalía hace unos días para pedir medidas contra la venta ilegal (bien sin licencia o bien de productos pirateados) durante el San Froilán. El grupo aducía el perjuicio que esta actuación producía en los comerciantes de la ciudad. Sin embargo, el viernes pasado el fiscal archivó el escrito, al considerar que Lugo Monumental “se basaba en una teorización de acontecimientos futuros aún no ocurridos y en que se hablaba de comercio con licencia municipal”.
El grupo, por tanto, presentó este lunes un nuevo escrito, en que relata “pormenorizadamente” muchos de los problemas detectados en la zona de Ramón Ferreiro, avenida en cuyo entorno se han instalado la mayoría de los manteros en las fiestas de este año. A ese escrito, presentado “para evitar malos entendidos”, se adjuntan tanto fotos como informaciones periodísticas.
La asociación insiste en que “el comercio perjudicado es el de Lugo, el que paga sus impuestos en la ciudad, con los que se sostienen los servicios públicos, y el que genera empleo para los lucenses”.
Orozco intentó "poner orden"
Respecto al tema de los manteros, el alcalde, José López Orozco, sostuvo este lunes que el Ayuntamiento ha tratado de poner "orden" dentro del "desorden" que genera la llegada masiva de estos vendedores, pero también recordó que carece "de competencias" para cerrar "las fronteras" a personas o a "productos supuestamente falsificados".
En declaraciones a varios medios, López Orozco reconoció que "tenemos un grave problema", pero también quiso recordar que "no es un tema exclusivo de Lugo", porque hay manteros "en cualquier ciudad" de España, "haya o no haya fiestas".
El regidor local añadió que comparte la preocupación de los comerciantes y que comprende su malestar por la presencia masiva de manteros en la ciudad, pero recordó que estamos ante "un tema de Estado", que debe llevar a reflexionar "qué pasa en las fronteras cuando llegan miles de productos supuestamente falsificados".
