Desde este semana está en vigor en el Ayuntamiento de Lourenzá una nueva ordenanza que regula el uso de las carreteras municipales, con el fin de mantener en buenas condiciones las pistas públicas. La medida tiene por objeto controlar la carga y transporte de madera, aunque se extenderá también a otras actividades extraordinarias.
A partir de ahora las empresas tienen la obligatoriedad de comunicar al Concello que van a hacer uso de estas pistas, para lo que deben depositar una fianza, que se devolverá transcurrido un mes desde la finalización de los trabajos, siempre y cuando la inspección del servicio técnico municipal corrobore que la carretera quede en perfectas condiciones; en caso contrario, el depósito se usará para el arreglo de los daños, que correrán a cargo de la firma.
