Lotería tras Nochebuena y Navidad

Nadie sabe a día de hoy si los Santos Inocentes de mañana lunes nos regalarán la sentencia del Estatut, como cuando aconteció aquella expropiación de Rumasa todavía misteriosa. Es de suponer que después de tres años de tediosas deliberaciones, el Tribunal Constitucional nos dejará despedir el año en paz, para no ensuciar el apoteósico recibimiento de 2010 con trompetas de éxito zapaterista al tomar el relevo en la presidencia europea. Sin embargo, el año peligroso que nos espera esconde pruebas de fuego para el futuro de España. De un lado, el previsible aumento del paro. Y de otro, la probable realidad para sentar la base posible de la sucesión real, con la pista de la mención que Don Juan Carlos hizo de su hijo, además de la foto buscada de Don Felipe en la composición física del discurso de Nochebuena.

Con todo, estamos en un momento clave de la segunda legislatura de Zapatero. Los sondeos otorgan al PP más de 5 puntos de ventaja, que son el mejor regalo de Rajoy para estas Navidades. Los ciudadanos, en su estimación de voto, castigan la gestión de la crisis de la Zeta y sitúan entre sus máximas preocupaciones el paro, la economía y la política. Y en ese tercer escalón parece que hay un mensaje colectivo para la clase política ante los casos de corrupción de ambos lados y la confrontación habitual inspirada en asuntos recurrentes como la memoria, la religión, la moralidad y la ética como es el caso del aborto. En este sentido, los ciudadanos seguramente valoran más la claridad de ideas que el propio signo del pensamiento ideológico. Las dudas, el engaño, el cambio de criterio y otras ligerezas de la política generan desconfianza y pérdida de credibilidad. Y si miramos las encuestas, es evidente que el mayor desgaste lo sufre el poder por razones obvias, ya que transcurridos 6 años de gobiernos ZP parece lógico que la exigencia general de responsabilidades recaiga más sobre el Ejecutivo que sobre la oposición.

Por tanto, la presidencia europea de gloria que Zapatero esperaba como agua de mayo se verá salpicada por el consumo interno de la acción de gobierno en política exterior y nacional. Y ahí hay evidentes razones de peso para pensar que en Moncloa han de mejorar mucho la estrategia para no incurrir en la caída de confianza que ha sufrido Zapatero. A juicio de todos los analistas e indicadores internacionales, esa confianza es necesaria para recuperar con garantías cierto pulso económico. Sin embargo, siguiendo la propia frase de Zapatero, que es una máxima de dos tardes que le enseñó Jordi Sevilla, si la economía no crece no se crea empleo. Lamentablemente España está a la cabeza del paro europeo, y eso es como una daga permanente en el cuello de la credibilidad de este Gobierno surgido del eslogan de "nos merecemos un gobierno que no mienta", y atrapado a las puertas de 2010 en sus propias redes dialécticas.

Naturalmente, la paz social tiene mucho que ver con el destino de un Ejecutivo nacional. Y puesto que Díaz Ferrán no dura al frente de la CEOE lo que dura un bollo a la puerta de un colegio, es de suponer que habrá acuerdo futuro de reforma laboral a pesar de esa ceguera manifiesta de sindicatos y Gobierno. El corporativismo ideológico con el que han actuado las centrales y el Ejecutivo terminará por pasar la factura de la justicia que el tiempo siempre esconde. Las alegrías estatutarias, el tic autoritario de las prohibiciones intervencionistas, la falta de entendimiento con la oposición, las retóricas con la ley del aborto, los crucifijos y la memoria terminarán siendo una pesadilla moral y ética para este Gobierno convencido de que la gente consiente todo.

El discurso del Rey reclamando entendimiento para combatir la crisis, generación de empleo y respeto a la Constitución es una buena hoja de ruta que seguramente Moncloa comparte dado que los discursos reales pasan por allí. Pero es evidente que la responsabilidad de lo que ocurre es de quien gobierna y no que quién ejerce la oposición en la aspiración legítima de gobernar.

AL CIELO AL INFIERNO
Niñas de suerte Pilar Bardem

Alicia y Yahaira cantaron el gordo, el segundo premio y un quinto. Mensajeras de ilusión y esperanza en estas navidades de oscuro paro. Ambas van al cielo de la actualidad por su fresco soniquete. Pero sobre todo van por repartir entre los trabajadores de Marsans, filial del grupo Díaz-Ferrán, un buen porrón de millones. A Ferrán le mandamos al infierno la semana pasada. Con razón.

Madre coraje. Después de la luna de miel del artisteo con ZP, empiezan a desmarcarse. Primero fue el caso de la activista saharaui, y ahora la Bardem dice que "matará a quien la meta en el sindicato de la ceja". Poco edificantes las palabras empleadas por la matriarca del clan, lo cual le otorga sitio preferente en el infierno de la semana. Esperemos salir intactos.


PRIMERA PERSONA
♦ Ana Mato
. Sinceridad política. Código ético del PP contra la corrupción. Dijo que unos polvorones o una caja de naranjas no van contra las buenas prácticas, por lo menos en Navidad. El PP ha regalado vino. 
 
♦ Carrascosa. Difícil solución tras ser condenada en Estados Unidos a 14 años de cárcel por traer a su hija a España. La familia no devolverá la niña al padre americano.

-O-O-O-O-

CHISMES
Díaz Ferrán dejará la presidencia de la CEOE "pronto", cuando sea el "momento adecuado". Según fuentes empresariales fiables, el hundimiento de Air Comet y el diálogo social no aconsejan tomar decisiones en caliente. La obstinación de Ferrán es "el clavo ardiendo del fracaso". Gobierno y sindicatos cuentan con su marcha.
 
Copas de Navidad. El PP en el Congreso y muy restringida. Moncloa de noche y menos festiva que otros años. Zapatero se esforzó demasiado por no dar importancia a su caída en los sondeos.
 
Garzón, carne de cañón. Ahora denuncia indefensión por las filtraciones de sus cartas a Botín. El CGPJ vuelve a reabrir sus cobros en Nueva York. Le tienen pillado, dicen en la Audiencia Nacional.

Comentarios