La Diputación de Lugo ha decidido rediseñar los viajes en catamarán por los ríos Miño y Sil para hacerlos más atractivos a los visitantes. La idea es hacer nuevas rutas, de menor duración, y ofrecer la posibilidad de llevar a cabo visitas guiadas a lugares de interés de los diferentes municipios de la Ribeira Sacra.
El anuncio lo realizaron el presidente del organismo provincial, José Ramón Gómez Besteiro, y la vicepresidenta responsable del área de turismo, María Xosé Vega, en el transcurso de una reunión que mantuvieron en la bodega Rectoral de Amandi con empresarios relacionados con el sector turístico.
La idea, dijeron, es «potenciar e xerar riqueza en todos os concellos con rutas fluviales». La programación se basa en la filosofía de la iniciativa Km0.
Los restaurantes, bodegas, iglesias o el Camino de Invierno se beneficiarán de este proyecto de la Diputación que, en palabras de María Xosé Vega, «busca aumentar o negocio do turismo».
Asimismo, se dio a conocer la firma de un convenio con el Obispado lucense para garantizar el acceso a las iglesias de interés que hay en la zona, muchas de ellas de estilo románico.
La Diputación estudia, además, ofrecer rutas especiales dende las agencias de viaje. Con tal fin ha mantenido conversaciones con la asociación provincial del sector para definir la incorporación de las rutas fluviales a determinados paquetes turístico y a unos precios competitivos.
Gómez Besteiro y Vega Buján acudieron al nuevo pantalán que en Chanteiro hay para los catamaranes, infraestructura que, dijeron, «fíxose para dar resposta á demanda da comisión cidadá creada en Sober logo do baleirado do río Sil o pasado ano por parte de Iberdrola».
El encuentro fue aprovechado por ambos para dar a conocer el nuevo modelo de coordinación turística que impulsará el organismo provincial, en concreto una empresa pública.
