El problema surgido en un colector de aguas residuales del paseo fluvial de Chantada que da lugar a que se produzcan vertidos al río Asma de forma periódica, está a punto de solventarse, según indicó ayer el alcalde, Manuel Varela. El regidor anunció que la solución consiste en renovar la canalización, que está hundida, obra que costará unos 22.000 euros y que espera asuma la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS). Así se da respuesta a las protestas vecinales que se produjeron el lunes.
La existencia del desnivel en un buen tramo de la tubería provoca que cuando, además de aguas residuales recibe una gran cantidad de lluvia, se produzcan desbordamientos por un aliviadero que quedó abierto a raíz de las obras de reconstrucción del paseo. Esas actuaciones fueron realizadas por una empresa contratada por la CHMS, dado que el desprendimiento se produjo durante los temporales del pasado invierno.
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