Los barcos de la regata trasatlántica en solitario conocida como Mini Transat 6.50 buscaron refugio en el puerto de Morás (Xove) tras salir un total de 69 veleros de Gijón, donde el temporal los retuvo cinco días. La mala mar acabó anteayer en Ribadeo con la aventura de la participante K.H., de 26 años, rescatada del agua tras caer de su embarcación y evacuada al Hospital da Costa, en Burela.
Los regatistas se dirigen al puerto coruñés de Sada, desde donde partirá la ruta que los llevará hasta la isla de Guadalupe, al otro lado del Atlántico. Únicamente un par de embarcaciones lograron arribar ayer a destino. El resto tuvieron que refugiarse en el puerto de Cariño tras remontar la Estaca de Bares. Otros cuatro trataban por la tarde de manera infructuosa de salvar ese escollo y otro de superar el Ortegal, pero el mar de fondo complicaba la tarea y les hacía desistir del intento.