Los vecinos del parricida dicen que ''estaba pendiente de sus padres todo el día''

Los vecinos del número 12 de la calle La Bondad de Barakaldo se encuentran "conmocionados" después de que un agente de la policía local de Bilbao se haya suicidado tras matar presuntamente de un disparo a sus padres a los que cuidaba a diario.

Cristina Fernández ha conocido la noticia cuando acudía a media mañana al domicilio para cuidar de la pareja, al igual que todos los lunes, miércoles y viernes desde hacía un año.

Visiblemente emocionada tras conocer el suceso, ha dicho que el supuesto parricida, Iñaki Lamas, de 51 años, acudía "todos los días" a casa de sus padres, que se encontraban enfermos, y "estaba pendiente" de ellos.

Según ha relatado, el padre, de 79 años, sufría vértigos de los que estaba siendo tratado, mientras que la madre, de 80, había sufrido un ictus, lo que había agravado notablemente su salud.

"Nos entendía, pero ella no podía hablar", ha indicado entre sollozos.

"Eran majísimos, el hijo y ellos", ha señalado Cristina, que ha destacado que el presunto homicida "siempre se ha portado genial" y que durante el tiempo que ha estado trabajando ha mantenido con ellos una relación "muy familiar".

José Mari, que vive en el primero, escuchó en la tarde de ayer, domingo, cómo golpeaban la puerta de la vivienda del matrimonio, en la quinta planta, pero ha asegurado que ni él, ni los otros vecinos escucharon disparos.

"El hijo venía todos los días. Había días que venía a la mañana, otros a la tarde o varias veces al día. Eso era algo que nadie se lo esperaba. Estaba pendiente de ellos todo el día", ha señalado.

Eduardo regenta desde hace 32 años un bar situado junto al portal en el que ya vivía la familia, que llegó a Barakaldo desde Galicia, y se ha mostrado sorprendido del suceso, al igual que el resto de vecinos.

Según ha destacado, el hijo acudía todos los días a atender a su padres enfermos y se encargaba de todas las gestiones.

"Tendría que verse muy desesperado para llegar a esos extremos", ha señalado.

Una vecina del inmueble ha asegurado que lo sucedido era "algo impensable", de unas personas que ha calificado como "normales, equilibradas" y ha señalado que todos los vecinos están "conmocionados".

La Ertzaintza continúa la investigación del parricidio a la espera de conocer el resultado de la autopsia de los cadáveres, que se encuentran en el Instituto Vasco de Medicina Legal.

Los tres cuerpos sin vida fueron localizados ayer por la tarde, después de que la esposa del agente avisara a la Ertzaintza de que no le localizaba.

Todo parece indicar que el agente disparó a sus padres con su arma reglamentaria y luego se quitó la vida.

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