Los vecinos de San Simón reclaman el arreglo de una pista desde hace cinco años

Algunos de los baches en la carretera al barrio de Augarrío. (Foto: M.Roca)
photo_camera Algunos de los baches en la carretera al barrio de Augarrío. (Foto: M.Roca)

Los vecinos del barrio de Augarrío, en la parroquia vilalbesa de San Simón, denuncian «o estado de abandono no que se atopa a zona dende hai, ó menos, cinco anos, cando se ía arranxar o firme das dúas estradas que dan acceso ó lugar».

Los afectados comentan que fue «días antes das eleccións municipais do 2007» cuando se procedió al marcado con pintura de los numerosos baches con los que contaban las dos pistas, como un paso previo a su arreglo, pero que «despois non volveron».

Tras esperar todo ese tiempo, el año pasado un grupo de vecinos se reunió con el alcalde de Vilalba, Gerardo Criado, para pedir una solución al mal estado en el que se encuentran las dos vías -una que une Augarrío con la carretera que va a A Balsa y otra desde el barrio a la vía que conduce a la parroquia de Vilapedre, con una longitud total de unos 2,5 kilómetros-, ya que actualmente tienen el firme muy deshecho y con unos baches de unas dimensiones y profundidad considerables, que por algunas zonas ocupan todo el ancho de la vía.

«Díxonos que estaba pedida unha subvención para amañar a pista e despois, en outubro, anunciou que en novembro comezarían as obras, pero estamos igual», explica un vecino de las 23 casas afectadas, entre las que se encuentran, además, dos queserías de la Denominación de Orixe Protexida San Simón da Costa.

Solución momentánea

El mal estado en el que se encontraba la pista que va desde Augarrío a la carretera de Vilapedre generó también en su momento las quejas del conductor de un autobús escolar que deja a una niña en el barrio. «O responsable do bus debeu chamar dicindo que con estes baches non podía pasar e veu o director de Transportes de Lugo, que falou co Concello e veu un camión municipal a poñer zahorra neles», explican los vecinos.

Aun así, el tránsito por la zona es difícil, ya que la tierra fue desapareciendo de los agujeros y los baches poco a poco vuelven a ver la luz. «Vir por aquí todos os días é un suplicio», sentencian los afectados de la zona.

Los vecinos también recuerdan que la «situación de abandono vén de hai anos», cuando se pusieron las señales de los barrios de la parroquia. «O de Augarrío foi o único ó que non llas colocaron en ningunha das dúas vías», afirman.

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