Los vecinos de la parroquia cervense de San Román de Vilastrofe se muestran «moi preocupados» por las consecuencias que puedan tener para las personas la grieta detectada en el entorno de la mina de caolín a cielo abierto que explota una empresa en el monte Castelo, cuya actividad ha sido paralizada por la Xunta «por crer que non se cumpren as normas de seguridade para os traballadores da mina», explica el presidente de la comunidad de montes de la parroquia, que es propiedad de cerca de treinta hectáreas afectadas por la mina.
La seguridad de los ciudadanos es el principal objetivo de la queja de la entidad cervense que, a diferencia de lo manifestado por el alcalde, Alfonso Villares, sí ven una situación de peligro en este asunto. «Moitos dos veciños de San Román poseen montes a carón da mina e para acceder as súas fincas teñen dereito de paso polas pistas forestais que cruzan a mina; por tanto, calquera veciño pode pasar polas mesmas e verse afectado por un posible derrubo de material», argumentan con el temor añadido de que las intensas lluvias de las últimas semanas puedan contribuir a que el agua se filtre por la grieta y parte del terreno se pueda venir abajo.
