La asociación de montes en mano común Os Chaos, del barrio ribadense de Piñeira, que representa a unos 123 comuneros, celebró anteayer una asamblea, que abordó la problemática ampliación de un cementerio que los vecinos ven ya «sobresaturado, con nichos reutilizados polas familias unha e outra vez». Tras más de dos años de negociación con el Obispado para construír al menos otras 15 sepulturas, la vecindad concede un ultimátum: «Se en xuño non temos resposta, trasladaremos a proposta ao Banco de Terras da Xunta de Galicia».
Actualmente, hay unos 70 nichos en un cementerio que gestiona el Obispado de Mondoñedo y Ferrol, pero los vecinos llevan años solicitando una ampliación para sumar al menos otras 15 sepulturas. La demora en la tramitación y el hecho de que, año tras año, la demanda es más acuciante, hacen que la mancomunidad esté dispuesta a asumir el coste que conllevaría el mantenimiento y gestión del espacio que se vaya a crear, en caso de que la Iglesia no se decida a ejecutar la actuación.
«Só queremos que a subestación eléctrica impacte menos á vista»
Los ribadenses y otras mancomunidades de la zona como la de As Anzas, mantienen la vista fija en la de Piñeira, por ser la que interpuso un contencioso contra el proyecto de la futura subestación eléctrica de Ribadeo. Desde entonces, la obra está parada. El presidente de Os Chaos, Domingo Soto, asegura que continuarán con el recurso porque «non é que se pida máis diñeiro pola expropiación, senón menos impacto visual, xa que tan só se pide retrasar 800 metros a torre dentro da mesma finca».
