Los vecinos de O Celeiriño exigen el arreglo inmediato de los accesos a sus casas

Aja, con vecinos de O Celeiriño. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Aja, con vecinos de O Celeiriño. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Los vecinos del barrio de O Celeiriño exigen el «inmediato» arreglo de los accesos a sus viviendas que, recuerdan, «llevan cuatro años cortados» a causa de los derrumbes derivados de la construcción de un edificio y de los trabajos para afortalar las estructuras existentes. Dicen estar «incomunicados» y ello impide, por ejemplo, el paso de vehículos como el del panadero, el butano o las ambulancias. En un encuentro informal con el grupo municipal del PP, los afectados clamaron por una solución a esta situación que consideran «insostenible», sobre todo en el caso de aquellos de mayor edad o que tienen a su cargo personas impedidas.

«Unha vez tivemos que subir á miña nai nunha carretilla», comenta una vecina, mientras otro explica las dificultades que tiene para salir y entrar del barrio con su mujer, de movilidad reducida. «En cien metros tenemos que hacer seis paradas», dice. Y es que el corte de calles como «Atalaya, Golondrina y Amargura» no les deja otra opción que arreglarse cada uno como puede. «Levamos aquí máis de tres anos sin poder subir ás casas, levando o gasoil á man, a compra á man... non é lóxico», dice Toñita Leal, que lamenta además no poder acceder con su vehículo a su vivienda: «Teño que deixalo aparcado abaixo e raiáronmo de todo, está que da pena».

Otro vecino se queja también de las dificultades para subir «gasoil para a caldeira ou leña» y un tercer residente del barrio critica que el alcantarillado está roto a 20 metros de su vivienda, lo que le causa «una molestia muy grande. Lo que hacemos los humanos viene todo ahí, y por lo menos podría estar tapado, pero ni eso hicieron. Nos tomaron de chirigota, esto tenía que estar solucionado desde hace mucho», afirma.

En un leve contacto con O Celeiriño se evidencia la ruptura entre los vecinos que todavía residen en el barrio y los que tuvieron que dejarlo debido a los derrumbes de sus viviendas. «Ós que lles deron os pisos nós axudámoslles, fomos ás reunións para lograrlles as vivendas, e eles non nos axudaron en nada», comenta una mujer. Se ven víctimas, además, de la tormenta política desatada en el Concello y en este sentido señalan que «non temos axuda de ninguén, uns polos outros e está a casa sin barrer; un político tira para un lado e outro para o outro, pero ninguén fai nada polo Celeiriño. Parece mentira que no 2011 haxa estas inxustizas», dice.

Políticos

El líder del PP, César Aja, considera que los vecinos están «totalmente abandonados» y ve, por parte del gobierno municipal, una «actitud de desidia». Añade que el Concello mantiene «un consentimiento total con la empresa, que tiene andamios y una caseta de obra en dominio público, así que trabaja a costa de los vecinos y del erario público». El popular sospecha por otra parte que el ente local todavía no presentó la denuncia para reclamar las indemnizaciones para los afectados y cree que el alcalde, Melchor Roel «está tratando de que prescriban». Finaliza Aja diciendo que ahora el alcalde tiene «un nuevo socio», en alusión al teniente de alcalde nacionalista Bernardo Fraga. Señala que «si prescribe será responsabilidad de ambos» y espera «que se pongan las pilas y solucionen el problema cuanto antes». El número dos del PP, Jaime Olano, dijo a los vecinos que presentarán una moción para reclamar una solución y los invitó a participar en la sesión.

Por su parte, el alcalde dice que estudiaron la posibilidad de hacer un acceso provisional y acusa a los populares de «utilizar» el problema de O Celeiriño para atacar al gobierno local. Además lanza el mensaje de que «no tengan duda de que vamos a cumplir» y se comprometió a presentar en el primer pleno ordinario de Viveiro una iniciativa para «exigir al Ministerio de Vivienda que cumpla lo que acordó la Xunta bipartita para comprar las casas en ruina e indemnizar a los afectados. Esto se paralizó cuando entró el nuevo Gobierno», afirma.

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