Los vecinos de A Atalaia, en San Cibrao tienen claro que el castro que se encuentra enterrado en la zona cerca del faro debería ser recuperado y puesto en valor para convertirlo en un atractivo turístico de la localidad. «Aínda que non se excavara todo si que se podería actuar nel para que a xente, incluso nenos dos colexios, puideran visitalo», asegura Alberto Pillado.
Y de esta opinión son muchos de los habitantes de esta zona, que consideran que las edificaciones planificadas por Promociones San Ciprián S.L. y que fueron en su día paralizadas por Patrimonio solo afearían la zona. «O que deberían facer é tiralas», aseguran en referencia al armazón de uno de los edificios previstos. Tampoco están contentos con otro edificio que está deshabitado y que fue construido hace años justo al lado del nuevo esqueleto. Consideran que además de afear la zona, quitan la visión que había del faro desde el pueblo restándole belleza a la zona. En este sentido, algunos vecinos incluso alertan del peligro que suponen estos edificios: «O esqueleto de formigón ten o baixo inundando, debe haber uns seis metros de auga», asegura Vicente Vázquez.
La oposición a nuevas edificaciones en la zona es tan férrea que incluso apuntan a que la última sentencia en este sentido debería obligar a devolver la zona a su estado natural. Muchos de estos vecinos no consideran justo que después de intentar edificar en una zona en la que se sabía de antemano que había un castro, ahora la Administración tenga que resarcirles por haber perdido valor los terrenos con dinero público. «Os responsables disto deberían pagar eses cartos do seu peto», asegura Vicente Vázquez.
Otro problema que ven los vecinos a crear más viviendas en la zona es la situación del abastecimiento de agua y del saneamiento. Precisamente el pasado mes de septiembre, los vecinos registraban un escrito en el concello para que se solucionaran estos problemas: «Se eses servizos xa están mal cos que somos, como estarían se hai máis xente?», se preguntan Víctor Mosquera y Maria del Carmen Pillado.
La última sentencia referente a las licencias para edificar en la zona también enfrenta a los políticos.
El BNG emitió un comunicado en el que asegura que la sentencia del Supremo que permite a los promotores reclamar indemnizaciones en A Atalaia «é froito da neglixencia na xestión urbanística do goberno municipal do PP, quen tendo coñecemento con anterioridade da exsitencia dun xacemento arqueolóxico na zona non tivo reparos en conceder licenzas de construcción para beneficiar intereses privados e non os públicos», asegura su portavoz, Luís Bernardo Insua. El nacionalista asegura que la existencia del castro ya se documentaba en 2004 con motivo de la aprobación por el pleno de la exposición pública del avance del Plan Xeral. Recuerda además que en 2005, Patrimonio ordenó catas en la zona a raíz de las obras del observatorio de aves: «O goberno do PP non podía alegar descoñecemento no momento de conceder as licenzas», dice. Desde el BNG aseguran que pedirán al gobierno local que informe sobre las consecuencias económicas o de otra índole que pueda tener para el Concello esta sentencia.
Por su parte, el actual regidor, Alfonso Villares, insiste en que el Concello no es parte denunciada en este litigio, porque dio las licencias para edificar en A Atalaia conforme a la ley: «A zona non estaba inventariada e por iso se deron as licenzas, ao igual que se fixo para todas as vivendas que hai nesa zona da Atalaia», explicó, «esas licenzas déronse de xeito regrado». También recalca que la posible indemnización de la que habla la sentencia para los promotores, «terá que ser a Xunta quen se faga cargo dela». En este sentido, el alcalde también recalca que una vez que la zona fue inventariada, el trabajo que le corresponde llevar a cabo al gobierno local es poner en valor los restos arqueológicos, «e niso nos imos implicar», subrayó.
