A los vecinos del municipio de Sober parece importarle poco el futuro del hotel de gran lujo Palacio de Sober, cuyos 22 empleados se enfrentan a un expediente de regulación de empleo, además de estar programado un cierre durante siete meses al año. Y es que al pleno extraordinario celebrado por la corporación ayer para tratar este asunto y ver qué hacer para que tales anuncios no lleguen a hacerse efectivos no acudió ningún vecino, pero tampoco ningún trabajador.
El alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián, dijo lamentar que el PSOE, reclamante de la sesión plenaria y convocada en un par de días desde su solicitud, «siga empecinado en maniobras de confusión» y que acuda «á mentira con tal de obter rédito político» con este asunto.
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