Los vecinos creen que la desaparición de Oliva López "non foi voluntaria"

La octogenaria retiró del banco 700 euros justo el lunes, día en el que se le perdió la pista ►La Guardia Civil mantiene la hipótesis inicial de que la mujer pudo salir y desorientarse
Dispositivo de búsqueda
photo_camera Dispositivo de búsqueda

La desesperación se ha apoderado de los vecinos del barrio de Murias, en la parroquia meirega de Seixosmil, después de que la segunda jornada de búsqueda de Oliva López Tella, la octogenaria de la que no se conoce su paradero desde el lunes por la tarde, fuese de nuevo infructuosa. Como consecuencia de esa desazón, muchos de sus allegados y conocidos han comenzado a comentar en alto la posibilidad de que la marcha de la mujer "non fose voluntaria". El dispositivo de búsqueda, formado por vecinos y agentes de la Guardia Civil, se ha reanudado este jueves. Rastrearán por parejas diferentes zonas cercanas a la vivienda si las condiciones meteorológicas no se lo impiden.

"Levamos rastreado palmo a palmo todos os alrededores da vivenda, non unha nin dúas, senón moitas máis veces", señalaron algunos de los voluntarios que se sumaron este miércoles al operativo de búsqueda, que reunió de nuevo a más de medio centenar de personas .

El comentario más repetido entre ellos hacía referencia a que la desaparición era "moi rara", no solo por el hecho de que una mujer de 85 años no esté capacitada para recorrer grandes distancias a pie -tiene cierta cojera y siempre va acompañada de un bastón, un objeto que dejó en la habitación-, sino por otras cuestiones que también les han hecho reflexionar sobre la opción de que alguien se la pudiese haber llevado a la fuerza.

Según precisaron, la octogenaria había retirado del banco una importante cantidad de dinero el lunes, justo el mismo día en el que se le perdió la pista. "Din que sacou 700 euros, uns cartos que para vivir nunha aldea son moitos", comentaron los vecinos, que desconfían de que alguien que conociese que vivía sola y que tenía dinero en casa la hubiese abordado.

Hay otras variables de este caso que también desconciertan a sus allegados, pese a que la Guardia Civil mantiene intacta la hipótesis inicial de que la mujer pudo salir y desorientarse.

Así, tal y como se supo desde un primer momento, una de las puertas de la vivienda estaba abierta y en el interior había un pijama y una toalla en el suelo, además de la luz del baño encendida, un escenario que para los vecinos indica que salió "ás presas ou con medo por algo".

"As toallas estaban secas, a vara e as botas coas que saía a camiñar estaban na habitación e tamén a roupa que usaba a diario. É todo moi raro. Non sabemos nin se quera se vai ou non vestida", comentó la mujer que acudía diariamente a ayudarle en las tareas del hogar, y que fue, junto a los vecinos, la que alertó de su desaparición.

La Guardia Civil le tomó declaración para conocer todos los detalles y cómo había sido el comportamiento de la octogenaria durante los últimos días. "Estaba con principios dunha demencia, tomaba medicación, pero foi no mes de decembro cando a empecei a ver rara. Ela recoñecíame e esperábame na porta, o que notei é que estaba temerosa, tiña medo por todo", comentó la mujer.

Los agentes también se encargaron de inspeccionar la habitación y el cuarto de baño de la vivienda, donde tomaron huellas. Esta zona, en la que la puerta apareció abierta, fue precintada por la Guardia Civil, para evitar que se pudiese perder alguna pista.

DISPOSITIVO. En la jornada de este miécoles, el dispositivo de búsqueda se prolongó durante horas. Además de la presencia de numerosos vecinos y cazadores de la zona, que rastrearon sin descanso caminos, alpendres y cualquier rincón en el que pudiese haber caído la mujer, volvieron a estar presentes varias patrullas de la Guardia Civil, voluntarios de la agrupación de Protección Civil de Meira y del GES de A Pontenova.

También se desplazó un guía de la unidad canina, procedente de Ourense, y un helicóptero, que sobrevoló desde primera hora de la tarde todo el perímetro alrededor de la vivienda de Oliva López Tella con una cámara térmica y dispositivos de localización.

"Máis medios non se poden ter. Mobilizamos todo o que estaba ao noso alcance", confirmó el regidor de Meira, Antonio de Dios, quien añadió que también se habían puesto en contacto con taxistas, centros de salud y el hospital universitario Lucus Augusti "por se houbese ingresado, pero non, ninguén sabe nada".

Vecinos, familiares y allegados continuarán hoy con las labores de búsqueda, para tratar de dar carpetazo a esta extraña desaparición.

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