«Igual é a última vez que vemos os fornos en marcha», se lamentaba en la tarde de ayer un trabajador de la planta de Cementos Cosmos de Oural tras recibir la comunicación por parte de la empresa del cese de la producción de clínker para el resto del año.
Los hornos son el corazón de la fábrica y de sus entrañas -a una temperatura que alcanza los 1.600 grados- sale el producto básico con el que se elabora el cemento. Durante la jornada de ayer todavía funcionaron, pero estaba previsto que dejaran de latir de madrugada o a primera hora de esta mañana después de que la multinacional considerara ya cubierta la demanda para lo que queda de 2013.