Las huellas de los continuos temporales marítimos de este invierno continúan apareciendo quince días después del último. La asociación MariñaPatrimonio hizo públicos ayer los destrozos del fuerte oleaje en yacimientos del litoral, los más importantes en Foz y Ribadeo, donde dos enclaves arqueológicos quedaron totalmente arrasados.
En Foz, en la playa de A Pampillosa había un yacimiento «moi importante», según explica el presidente del colectivo, Manuel Miranda. Los arqueólogos llegaron a la conclusión de que se trataba de estructuras portuarias romanas debido a la cerámica y la tierra sigilata hallada en la zona. De hecho hay una pieza hallada en este yacimiento está en el Museo do Pobo Galego, en Santiago. «Había uns muros de máis dun metro e medio de alto e eu teño visto uns 25 metros de longo», indica Miranda, que añade que formaban un recinto dividido en habitaciones cuadradas. «Hai uns dous anos aínda había muros e cerámica, pero agora só queda a cimentación dun dos muros», lamenta.
El Concello focense custodia tres molinos
El fuerte oleaje también trabajó en el castro focense de O Carreiro, en las inmediaciones del paseo marítimo de A Rapadoira. Allí, MariñaPatrimonio alertó de la aparición de tres molinos de mano, que el Concello trasladó a la casa de la cultura para su protección.
