La media docena de pulperos que los días 6 y 24 de cada mes acuden a la feria de Monforte llevan años protestando por la situación ruinosa de las instalaciones municipales y por la falta de higiene y seguridad, pero la ira y la indignación se desató entre los trabajadores tras varios robos ocurridos en las últimas semanas. Los ladrones entraron de manera reiterada en las dos naves en las que despachan los pulperos y arrasaron con todo. Se llevaron mesas, bancadas, fregaderos, todo lo que tenía hierro o metal e incluso las lonas que se colocan para separar las mesas de cada negocio.
Los empresarios culpan directamente al Ayuntamiento por no preocuparse de las naves, por no mantenerlas cerradas los días que no hay feria ni permitirles a los pulperos que las cierren ellos mismos para mantener a salvo las pertenencias que guardan dentro.