Los productores de porco celta exportarán 500 kilos al mes a Japón

La Asociación de Criadores de Ganado Porcino Celta (Asoporcel) tiene previsto exportar mensualmente a Japón unos quinientos kilos de carne fresca, después de los contactos mantenidos con una empresa nipona especializada en la importación al país asiático de productos cárnicos de distintos puntos del mundo.

El coordinador de Asoporcel, José Antonio Carril, explicó que los japoneses conocieron la raza de porco celta durante un viaje que realizaron a Galicia invitados por el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). Durante su visita, los representantes de una empresa especializada en la importación a Japón de carne de calidad visitaron las Semana Verde de Silleda y recalaron en el puesto que la asociación de ganado porcino celta tenía en esta feria. «Conocieron el producto y los animales en vivo y les pareció realmente interesante», explica Carril.

Poco después, primero a través del Igape y después de forma directa, mostraron su interés por el producto. «Nos pidieron muchísima información sobre la raza, sobre su historia y sus características, porque tienen mucho interés por importar esta carne».

Cuatro cerdos

Como muestra, Asoporcel enviará en los próximos días a Japón cuatro cerdos que ayer fueron sacrificados en la localidad pontevedresa de Porriño.

«Para poder exportarlos, los cerdos tienen que ser sacrificados en una serie de mataderos que reúnen las condiciones exigidas en un convenio comercial que hay entre España y Japón. Por eso, los sacrificios se realizaron ayer en el matadero de Frigolouro en Porriño», aduce Carril.

Los cuatro ejemplares que serán enviados como muestra a Japón proceden de una explotación de la localidad pontevedresa de A Cañiza, pero cuando se inicien las exportaciones se implicará a explotaciones de toda la comunidad autónoma, con importante presencia de las de Lugo por su peso productor en el conjunto de Galicia, especialmente en zonas como A Fonsagrada.

Burocracia

La exportación de carne a Japón exige el cumplimiento de un considerable número de trámites burocráticos.

«Es un proceso complejo, pero afortunadamente contamos con la colaboración de las consellerías de Medio Rural y Sanidade, así como con los servicios del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino», explica José Antonio Carril.

Escasa producción

La empresa japonesa estaba interesada en la importación de un considerable volumen de producto, exclusivamente carne fresca y no embutidos. Sin embargo, Asoporcel explica que la cabaña de porco celta, aunque se ha incrementado considerablemente, todavía es reducida, por lo que al final llegaron al acuerdo de exportar 500 kilos al mes, fundamentalmente de lomo, abanico o secreto.

«Tenemos un importante mercado en Galicia, fundamentalmente restaurantes y tiendas de delicatessen, que no estamos dispuestos a desatender», explica Carril.

La carne será enviada envasada al vacío y congelada con una capa de nitrógeno líquido para asegurar su conservación. Una empresa especializada se ocupará de que en 72 horas esté en el país asiático.

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